Queen of Daddy | +21 |

Cap. 7

Jonas👆

Brandon Moere

Mi escritorio estaba sin a penas un espacio por todo el trabajo que habíamos acumulado mi secretaria y yo desde la mañana. Muy pocas veces iba a la empresa, solo cuando era necesario, pero estás eran las consecuencias de no hacerlo. El trabajo me perseguía a donde sea que fuera, aunque no es como si quisiera esconderme de él cuando obviamente era la responsabilidad impuesta por mi trayectoria.

Evitaba cometer errores, no por alguien mas, sino por mi.

-¿Qué es esta mierda, Brandon? -preguntó mi amigo desde el otro lado del escritorio, estupefacto. Lo mire sin expresión, sabía lo que estaba escrito en esos papeles que le entregué, lo que no esperaba es que se alterara de es manera. No era algo del otro mundo -Dime que es una broma hermano porque te juro que voy a colapsar.

Negué con mi cabeza y él frunció su ceño aún más.

-No es una broma -agrego totalmente sereno -Todo lo que está en ese documento es verdaderamente un hecho, o sino ¿Para qué debería entregártelo, Jonas?

Siempre me tomaba las cosas en serio sin importar cuán grandes o pequeñas fueran. Era mi negocio, sería lo último con lo que jugaría.

-¿Para causarme un infarto tal vez?

Reí.

Jonas era tan dramático cuando se trataba de nuestros asuntos, aunque era la cabeza mayoritaria él también se comportaba como si fuese otro. Nos conocemos desde niños, íbamos a todo prácticamente juntos gracias a nuestros Padres y sus costumbres de mantener las alianzas sobre todo con personas en las que podríamos depositar nuestra confianza. Era receptivo respecto a su empresa. Sabía cuando proceder, en quién confiar y que tanto.

Lo admiraba por sus ideales, tenía mis propios, pero Konton era mi Padre y en sus años de trabajo no falló. Sabía muy bien que él esperaba lo mismo de mi.

-Si lo entendieras tanto como yo te dejarías de esas estúpidas lamentaciones que no hacen más que marearme y celebrarías por mi ingenio -escupo risueño mientras acaricio mi barba con el pulgar derecho.

Intenta hablar y no sale nada de su boca. Me ve como si hubiese enloquecido aún en todos los años que llevamos como socios y no le he fallado, es un poco tonto.

-Eres al único empresario degenerado que no le agobia el haber perdido cuarenta y siete millones de pesos en un día ¿Qué sucederá mañana? ¿Perderás cien millones voluntariamente y te quedarás como un estúpido pensando en que fue otro ingenio que debías desperdiciar?

Ruedo mis ojos.

Mi amigo no sabe tanto de estrategias como yo, no se si lo mas recomendable es enseñarle o mandarlo a la mierda de una patada.

-Cuarenta y siete millones de pesos que regresarán a mis manos...

-¡Pero en tus sueños hombre¡ Será como el último adiós que le vas a dar por no haberlo invertido mejor -continua regañándome sin descanso hasta terminar lanzando el documento con toda la información que preparé para él sobre mi escritorio.

-Eres un tonto, Jonas. Solo escuchas lo que te conviene e ignoras lo que verdaderamente interesa -lo regaño dejando mi dedo anular contra mis labios.

Mi amigo sabe mucho de negocios, llevamos años en esto juntos. Recayendo y volviendo a levantarnos mientras nos sacudiamos el polvo porque considerábamos los golpes fuertes como un raspón, el deseo de llegar lejos y superarnos fue nuestra mayor motivación.

Este es otro de esos momentos en los cuales desconfía de mi estrategia para invertir mas y así ganar el triple de lo acordado.

Jonas estaba histérico y aún no teníamos el resultado que yo esperaba con ansias, pero que a él le parecía un gran error.