Cap. 20

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Ellen Simon






Flores, flores y mas flores es lo que vislumbro al entrar en la pequeña, pero lujosa tienda a la que me trajo el señor Moere.

Vestidos, vestidos y mas vestidos, es como un jardín de los sueño.

Aunque la única diferencia sea que las flores y los vestidos son solo uno. En la vida había visto estampados tan hermosos como lo es cada línea de vestido que hay en cada uno de los percheros perfectamente alineados.

¿De verdad puedo tenerlos todos?

No podré dormir si no los toco uno por uno, si no elijo un par y los acomodo sobre mi cuerpo para sentir la suavidad de la tela como si fuese una caricia en mi piel.

-Bienvenida, señorita -me dice cada una de las empleadas, pulcras y bien vestidas como si fuese un servicio para la Reyna Isabel, como si todo debiera ser perfecto.

-Gracias infinitas por su atención -trago en seco de los nervios y siento el calor en mis mejillas.

Mi mirada va detrás de mi buscando la aprobación de Brandon Moere para poner mis manos sobre los vestidos de una vez por todas. Él se queda perplejo esperando exactamente a que me mueva, así que lo hago de inmediato sintiendo como se ríe detrás de mi y mi cuerpo se relaja.

Me acerco al primer vestido que mas llamó mi atención desde que pisé el lugar, es un azul celeste escotado con flores moradas pequeñas. No es muy largo, pero si lo suficiente para cubrirme los muslos de otras vistas.

-¿Le gusta ese? -pregunta una de las empleadas amablemente.

-Ella puede elegirlo por si sola, si no fuera así los compraría yo y la vestiría yo mismo -reprende el señor Moere demasiado severo y lo miro para encontrarlo sentado en uno de los sofás de la entrada.

-Da...Brandon, déjalas, de todos modos necesitaré quién me ayude a probarmelos.

Observo como choca la lengua con su mejilla haciéndola sobresalir un poco, desvía la mirada hacia un lado frunciendo el ceño, pero eso no es todo. Se pasa uno de los pulgares por la comisura del labio inferior antes de volver a hablar.

-Pueden irse.

-Señor...

-Fuera -ordena y todas se salen muy apresuradas como si fuese una fila de pollitos detrás de su Madre -Fuera les dije.

Brandon se afloja los botones de la camisa sin dejar de verme con severidad, demasiado aficionado con tener un poco mas de aire para sus pulmones y paciencia extra.

Mi trago en seco no se espera.

-Me gusta...este.

Intento cambiar la tensión en el ambiente, pero pasa a peor cuando él se levanta de golpe caminando sin receso hasta donde me encuentro estática.

>>Bien...a usted no le gusta ese -me muevo disimuladamente un poco mas rápido entre las líneas de ropa para que no me tome y él no se detiene.

No me dirige la palabra porque solo busca alcanzarme y sé lo que pasará si lo hace.

¡Mi puto culo dolerá por unas semanas!

-Ellen -espeta para que me detenga, pero ambos caminamos en círculos. Él dispuesto a alcanzarme y yo demasiado apresurada porque no lo haga ni por un segundo.

Lo prefiero así, que el león casé a la presa utilizando cada estrategia que tenga, aunque esta sea tan difícil que le quite las esperanzas.

-Los vestidos amarillos con flores blancas son realmente hermosos, pero no me gusta que mi piel entone con ellos por mucho mas de una vez -lo rozo con mis dedos mientras lo veo intentar llegar a mi lado.

Queen of Daddy  | +21 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora