Capitulo 11: parte II

240 13 1
                                    

Ellen



El primer regalo de cumpleaños que le di a mi Padre lo sigo recordando como si hubiese sido ayer, creo que hasta un simple dulce lo podría considerar especial solo porque es para él. Desde el momento en que pude ahorrar un poco de dinero que recibía como mis mesadas supe que debía utilizarlo en algo que valiera mucho para mi, así que me di cuenta que se acercaba el cumpleaños de unos de mis progenitores y yo nunca les había dado un presente.

Era una niña, pero podía saber perfectamente y entender que un regalo cualquiera no sería lo apropiado cuando yo tenía la mejor oportunidad de sentarme al lado de mi Padre para ver cual era realmente su deseo.

Nunca había tenido otro objetivo, pero había conseguido uno por primera vez.

Cada día me sentaba al lado de mi Padre para observarlo muy de cerca, escuchar lo que saldría de su boca mientras veía la televisión. Estudiaba sus rasgos buscando cualquier atisbo de emoción fuerte, la más prominente.

En algún momento apareció un anuncio de una hermosa Vespa que acababa de salir al mercado y entonces vi como sus ojos inmediatamente se iluminaron acompañados de una hermosa sonrisa que me aclaró las ideas.

Papá quería una Vespa, no era un coche, un traje nuevo o un maletín, tampoco unos zapatos.

Él ya sabía lo que quería.

Yo igualmente lo supe, pero de inmediato me di cuenta que mis ahorros no alcanzaban para algo tan caro como lo es una Vespa.

Aún así eso no me haría desistir, le daría algo a Papá que por lo menos le demostrara cuanto esfuerzo puse en invertir para un regalo.

En una de las salidas de compras con Mamá le confesé mis planes, por supuesto ella nunca se negaría a complacer a su única hija con lo que sea que le pidiera. Se trataba de Papá, así que no se negó.

Mi regalo fue envuelto en una pequeña caja, aunque lo suficientemente grande como para que pudiera caber lo que tenía para él.

Cuando el día tan esperado llegó creo que fui la primera en despertar para esperar a mis Padres sentada en el sofá, solo esperé unos minutos y Papá apareció frente a mi. Recuerdo que aún estaba en pijamas, yo solo corrí hacia él con mi regalo a la vista consiguiendo que él me esperara con los brazos abierto al verme.

Dije unas pocas palabras para felicitarlo más un beso en la mejilla antes de entregarle el regalo, esperé con ansias a que lo abriera para ver cual era realmente su expresión o si le gustaba.

Solo murmuró —No hay mejor forma de despertar a Papá en su cumpleaños que con un hermoso regalo de su princesa.

Me cargó sobre sus brazos y me llenó la cara de besos hasta cansarse.

Yo le respondí viéndolo a los ojos —Prometo que algún día te regalaré una Vespa, la mejor del mundo, por ahora tendrás que conformarte con este pequeño llavero con una mini Vespa y la bandera de Italia.

Nunca podré olvidar ese momento y no quiero hacerlo, fue realmente mágico para mi haberle hecho tal promesa y que hoy aún siga recordando que debo cumplirle.

Brandon se convierte en el mejor complice cuando se trata de dar sorpresas, así que hoy llevo a mi novio y futuro marido a casa de mis Padres debido al motivo del cumpleaños de mi Padre. Aparte de eso fue quien más me ayudo con el regalo que debo llevar, estuve realmente sensible en el instante en que tuve que elegir porque eso abarcó muchos recuerdos de mi infancia.

No puedo evitar sentir que incluso quiero llorar.

No, Ellen. Ahora no.

Al momento en que me he calmado un poco el auto de Brandon por fin se detiene.

Queen of Daddy  | +21 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora