Brandon Moere.
Hoy es cuando celebro el haber dormido como todo un bebé. Sin estrés y con más energías de las que no creí tener. Con eso no quiere decir que mi edad sea la suficiente para considerar que me encuentro en la etapa de preparación para la vejez.
Y confirmo que nada es correctamente así, ya que si tuviese el sueño pesado no podría sentir la mirada de cierta persona muy cerca de mi rostro apunto de quemarme con ella.
Sé lo que viene a continuación y sonrío provocándole aún más hasta verla explotar de enojo.
Aunque mis ojos pesan un poco por la luz que entra por la ventana, los abro sin problemas.
Al hacerlo me encuentro con esa hermosa carita sonrojada por el enojo y esos ojos que tanto me gustan con las pupilas dilatadas. Las ojeras son más notables de lo que pensé y ahora me arrepiento por tenerla despierta hasta horas tardes de la madrugada, aunque no por habérmela follado cinco veces con el pretexto de que aún seguía enojado y se merecía un castigo, que equivale a recompensa para mi.
Como sea la he liado demasiado por haberle hecho eso, pude detenerme y dejarla descansar, pero a veces se me olvida que no somos ninfomanas.
Exactamente de esos que no piensan en tener un límite.
Si es verdad que Ellen y yo no lo somos oficialmente, solo que eso no quita que la haga completamente mía todo los días.
Le regalo una pequeña sonrisa y con la mano que no se encuentra rodeándola le acaricio la mejilla utilizando mis nudillos.
–Que linda se ve mi bebé así de enojada.
Su ceño se frunce otro poco más dándome ternura.
–Duele.
–¿Qué tanto? —la acerco para darle un beso en los labios y ella no me deja —Nena.
–No hay nada, incluso mis labios están adoloridos por tus propios besos.
Arqueo mi ceja sorprendido.
–¿Eso podría detenerme de volver a hacerlo?
–Si no puedo quejarme con mi Daddy, entonces Brandon Moere si podría apoyarme con mi huelga —intenta levantarse, pero eso no le ayuda a huir de mi porque su cuerpo rebota contra la cama nuevamente —Capaz y esto me deja inválida.
Me ve con esa expresión de preocupación.
–No exageres, fui más cariñoso de lo que debía ser.
–Me duelen...ambos.
–¿Necesitas un masaje? —le propongo y ella arruga sus cejas confundida —Con mi lengua.
–¿Cómo ayudaría? —me pregunta y es como si escuchara fuegos artificiales al saber que finalmente puedo apostar a por otra ronda mañanera.
Comenzaría contándole los beneficios de la lengua para casos como estos, aunque se considera más apropiado dejar que el dolor se vaya por si solo. En cambio, no me perdería ese delicioso placer de volver a probarla.
Solo que antes de seguir suavizando el momento recuerdo el tema que tenemos pendiente, el de su supuesto Padre que asegura con toda esa confianza que él si lo es.
Miro a mi chica buscándole el mayor parecido con ese...tipo y no encuentro absolutamente nada en lo que tengan similitudes, ni siquiera en la piel tersa que cubre todo su cuerpo.
Así que no podría simplemente creerle a ese hombre con solo palabras, necesito algo que me confirme que Ellen es su hija verdadera.
Incluso si busco un poco de información no estaría cometiendo un pecado.
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Queen of Daddy | +21 |
RomanceÉl ya se encuentra aburrido de tratar con mujeres que no elevan sus expectativas, quiere algo más nuevo y fresco, alguien para llenar de placer bajo sus llamadas cadenas de placer. -Serás mi nueva adquisición. -¿Serás un amo para mi? -Daddy, grabate...