Capitulo 6: parte II

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Maratón: 2/...







Mis pasos rápidos resuenan por los pasillos en busca de alguna pista que delate si Kate está escondida en algún lugar de la planta porque no sé a donde mierda ir para buscarla.

Conozco los planos tan perfectamente, pero eso ni siquiera me garantiza que podré encontrarla tan fácil como a un panal de hormigas.

Considero ir a la cocina para preguntar a su Madre si la ha visto aunque sea de soslayo, en cambio retiro esa idea porque lo último que quiero es alertarla de que algo sucede con su hija.

Soy consciente de que no quiere que Kate se entere de la verdad.

¿Es justo que me guarde este secreto hasta el final de mis días?

La herencia de mi Padre me importa una mierda si se trata de que pase a mi conveniencia, sin embargo, ella puede proveer muy bien de ese dinero para hacer lo que se le venga en gana.

Tal vez odie a mi Padre, a mi e incluso a su Madre por no haberle confesado de donde provienen sus genes y que en realidad no es solo una criada.

Si su Madre no me hubiera insistido en que dejara las cosas así hoy sería muy diferente.

Kate estaría estudiando lo que quisiera, aprendiendo tantas cosas como fuera posible y tal vez hace tiempo ya no tendría esa mirada de tristeza. Se sentiría libre y feliz. Posiblemente, estaría viviendo un romance adolescente, iría a fiestas como cualquier chica de su edad, tendría amigas, muchas. Y solo vendría a casa para vacaciones, con su verdadera familia.

Una vida normal.

Me maldigo a mi mismo por cada pensamiento de héroe que se cruza en mi cabeza.

¿Por qué ahora?

Ni yo mismo se como responder a esa pregunta.

Las cosas no funcionan así, posponiendo todo como si el tiempo fuese a regresar.

No me perdonaría a mi mismo si vuelve a pasar un año sin contarle a Kate la verdad, no puedo hacerlo ya, no quiero ocultarlo.

Desbloqueo mi teléfono buscando la aplicación que me permite ver cada rincón del edificio gracias a las cámaras bien colocadas, a excepción de las habitaciones ocupadas por mis empleados.

Paso por cada una buscando algún movimiento que me alerte, algún destello de un vestido azul corriendo por lo pasillos o entrando a alguna habitación.

Entre todos los videos hay uno en especial que puedo captar.

Es ella.

Está entrando en mi habitación a toda prisa como si su vida dependiera de ello, mira hacia atrás y noto que todavía sigue llorando.

Entra a mi armario con rapidez dejándome en claro hacia donde se dirige realmente.

El invernadero.

Bloqueo mi teléfono nuevamente.

No sé porque demonios va hacia ese lugar, pero no hace que mi propósito cambie, he tomado una decisión que no tiene retorno.

Tomo el ascensor hacia mi piso lo que no me toma más de un minuto en el trayecto, las puertas se abren y me encuentro con dos de las empleadas.

–Señor Moere —ambas me saludan y se echan a un lado para dejarme pasar.

–Señoritas.

Doy la espalda y puedo escuchar unas risitas.

No hay tiempo.

Sigo hacia mi habitación a paso largo, me apresuro en abrir la puerta y después la cierro detrás de mi. Mi closet es mi siguiente objetivo, así que tampoco me toma mucho tiempo en atravesarlo.

Queen of Daddy  | +21 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora