Cap. 26

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Ellen




–¿Piensas que esta camisa se encuentra en el puesto correcto o debo cambiar? —me pregunta mientras me la acomoda para que no pueda soltar ni una sola palabra, aunque eso no me prohiba emitir sonidos —Recuerdo que no puedes responderme.

Sus dedos no se resisten a tocarme los labios, ni a acariciarlos con el gran anhelo de besarlos, con el mismo que siento yo cuando lo miro.

Yo siento que mi respiración se corta cada que muerde los suyos, más se imagina mi cabeza lo delicioso que sería tenerlos entre mis dientes sin que pueda prohibirme marcarlo.

Nada en el mundo se había sentido tan bien como esto.

Él es preciso con lo que quiere de mi cuerpo, pero el simplemente verlo sin camisa y en bóxer me provoca tantos buenos pensamientos, si no estuviese sometida ahora juro que podría cumplirlos.

–Te tengo una sorpresa.

Eso me lleva a seguirlo con mi mirada hasta el banco en el que aún se encuentra su Whisky bien servido, a su lado tiene otro vaso con hielo y la botella de licor en espera.

Por cosas como estas es que podría morir de tan solo imaginar lo que está tratando de decirme que hará con ello.

Tiene muchas formas para beberselo, tan solo imagino mi cuerpo como una de esas formas e inhalo demasiado acalorada.

–Se lo que estás pensando, y si acertaste —toma la botella de Whisky y luego la menea frente a mi cara —Adivina quien beberá Whisky sobre tu lindo coño que ahora también me pertenece.

Eso me hace gemir y aprieto mis ojos buscando la calma que no sé a donde se fue.

Todas estas cosas que hice con Brandon, más las que estoy a punto de hacer se han convertido en maravillas que hacen explotar mi cabeza en miles de pedacitos que en algún momento me va a ser tan difícil unirlos otra vez.

Tengo nuevas experiencias que me agradan más de lo que creí, si gracias a Brandon se que tengo gustos por cosas que ni en la vida hubiese dejado a alguien hacerlas.

Y lo veo, pero es más que eso.

Él me mira con esa bonita sonrisa como también perversa a la vez y mi corazón se siente aún más extraño en mi pecho, el sonido se perpetua en mis oídos como si tuviese vida propia.

¿Es lo que creo que es?

¿De verdad me siento así por él?

Vuelve a acercarse y esta vez si siento a mi cuerpo sudar más de lo apropiado. Mis ojos miran a todos lados menos a los suyos, de repente estoy tan nerviosa que...

–Si se te nota en los ojos —su cara está tan cerca de la mía que puedo sentir nuestra respiración mezclarse en uno.

Por más que mi mirada intenta huir de la suya, no me deja escapar tan fácil.

Algo frío comienza a recorrerme erizandome la piel, también siento como eleva mi vestido junto a lo que sea que tenga ahí.

–Esto te lo ganaste.

Lo miro y él se aparta un poco para dejarme a la vista unas tijeras que afortunadamente es para lo que creo que serán. Tal vez le parezca más exótico cortar su propia corbata y su camisa para agregarle un poco de ese peligro que tiene en su mirada.

Hay algo cierto, y es que me esperaba un castigo más severo. Como el que me azote con una fusta, me obligue a hacerle sexo oral mientras me grita palabras ofensivas, pero no, en su lugar tendré sus labios recorriéndome hasta el último centímetro de piel.

Queen of Daddy  | +21 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora