Cap. 29

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Ellen Simón





Frente a mi se encuentra el hombre que me ha causado pesadillas por días, cortas, pero no dejaron de hacerme sentir atormentada cada vez que pusiera un pie en la calle e incluso para mirar hacia afuera desde el portón.

El mismo hombre que saltó sobre mi confundiéndome con alguien que ni siquiera yo misma conozco, para variar tampoco lo he visto a él otras veces más que esa vez.

Me asusta haber provocado que este hombre considerara que solo tengo amnesia y no recuerdo quien es él verdaderamente.

Me mira desde arriba hacia abajo con lo que parece lastima o dolor en su expresión.

Eso me hace encogerme entre los dos hombres a los que no paraba de gritarles que me soltaran hace minutos. Eso me hace mirarlos de repente dándome cuenta que no pertenecen aquí.

Vuelvo a mirar hacia delante temerosa de que ese hombre quiera tocarme sin mi permiso.

–¿Puedes ver en lo que te ha convertido ese hombre? —parece que me regaña y le frunzo el ceño.

–¿Y usted quién es para cuestionarme lo que hago o no con mi vida?

–Eres un respondona.

–Y usted es un desquiciado.

Se aprieta la nariz con dos de sus dedos buscando la calma donde no hay ni una sola pisca.

No tengo intenciones para negar que algunas veces puedo ser muy irritante si tan solo me lo propongo, mayormente funciona y al parecer este es mi momento para ser lo mas molesta posible con tal de que me deje ir.

Quien quiera que sea el que me está confundiendo.

Suelto una respiración entrecortada.

–Muy pronto sabrás quien soy, pero primero debo sacarte de este maldito país y llevarte a donde perteneces realmente —eso me hace ladear mi cuello en negación  —Tu abuela te espera con ansias, desea mucho conocer a su nieta.

Niego.

Está loco, está loco, está loco...

¿Mi abuela? Pero si ella se encuentra en Manhattan viviendo en una casa hogar para la tercera edad.

Este hombre no puede estar haciendo algo mas que mentirme con tal de llevarme a un lugar que no pertenezco. No puedo permitirlo sin que obtenga su merecido por desubicado.

–Lo siento, pero ya conocí a mi abuela hace dieciocho años —me suelto a las malas del agarre de los tipos. Quisiera quitármelos de al lado, pero ya eso sería codicia —Si la vuelvo a ver en vacaciones le diré que estaban intentando buscarle una suplente.

–¡No me trates como si fuese un estúpido y mejor respeta a tu Padre! —me señala con un dedo, demasiado descontento con mi actitud —Déjate de niñerías y entiende que vine por...

–Entienda usted que no puede andar confundiendo a cada adolescente que se parezca a su verdadera hija, además pareciera que ni siquiera sabe como se ve ella.

–¡La recuerdo muy bien!

–¿Ah si?

–Esa eres tu, eres mi niña aunque no quieras aceptarlo —sigo sin hacerle el mas mínimo caso porque no tengo que darle explicaciones —Ese hombre seguro te ha llenado la cabeza con sus perversidades, mira como te ha dejado un...millar de marcas en la piel.

Estrella sus puños en sus muslos buscando autoridad.

–Y las que faltan...

–No lo volverás a ver.

Queen of Daddy  | +21 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora