Ellen Simon
"Padre, yo nunca te he pedido nada, pero hoy si lo haré" -ruego como si fuese a entrar al lugar de mi perdición -"Que este hombre no me dejé incapacitada de por vida con lo que tiene entre los pantalones"
Es lo único que me queda por decir, yo acepté, así que no tengo ningún pretexto para cambiar de opinión justo en el momento en que nos estamos acercando a la puerta de su oficina.
Que me tocara y que yo le permitiera hacerlo sin derecho a rechazar el contacto mientras me convencía de que era lo incorrecto fue lo que desató el deseo que nos tenemos.
Soy la primera en tomar el pomo de la puerta e introducirme en esas cuatro paredes que sin importar que tan aburridas parezcan terminaran decidiendo cual es mi futuro en este lugar.
Aún extraño el contacto...ese pequeño y primer contacto que tuve alguna vez. De hecho la primera, aunque me avergüence reconocerlo en voz alta. O puede ser que ya se haya enterado y yo aquí como tonta creyendo que ni lo determinó.
-Acomódate -me pide y no se ni por donde moverme al escuchar el click del seguro de la puerta.
Ahora si, creo que moriré de un infarto.
Me va a...
El escritorio es cómodo, puede que mi espalda lo resista.
¿Y si no puedo levantarme luego?
¡Ay no!
Aprieto mis ojos conteniendo las ganas de decirle que no quiero hacerlo a lo animal.
Esto será difícil, puede que...
¡Listo, en el sofá será!
Es cómodo, tiene buena pinta y es posible que resista hasta que ya no se pueda más. Supongo que lo querrá hasta que acabe la tarde.
>>Ellen, te pregunté si estarías más cómoda en la silla o en el sofá.
-¿Encima de...? -cubro mis labios y ladeo mi cuello -Disculpe, prefiero la silla.
Planto mi trasero en la silla inmediatamente y el estómago me cosquillea al recordar lo que sentí, duro y largo entre mis...
-¿No quieres más cerveza?
-Mas bien necesito un cubo de hiel...perdone, estoy un poco distraida y más pensativa de lo necesario.
-Eso no es problema, te ayudo a espabilar -propone tras mi espalda erizandome la piel, el roce de sus dedos con uno de los tiros de mi vestido me obliga a cerrar los ojos -Pero ahora quiero hablar de negocios.
Deja de tocarme y casi refuto por la falta de contacto en mi piel.
-Nunca he hecho negocios, mi Padre los hace, pero eso no quiere decir que haya heredado la misma habilidad. De hecho carezco de paciencia y siempre termino arruinándolo, así que cuénteme ¿Qué clase de negocios haríamos?
-Promete que no vas a reaccionar de la peor manera -me encara, apoyando un poco de su cuerpo encima del escritorio.
Sus piernas se vuelven más esbeltas y espectaculares a la vista, aunque no es como si la erección pudiese disimularse tan fácilmente. No, esta se marca en el pantalón castigando mis ojos con dureza al demostrar mi falta de experiencia.
Mis mejillas arden por el calor y mi entrepierna no es que copere con el orden, esta se derrama con cada buen vistazo que tienen mis ojos la dicha de lanzar. Las bragas son un desastre total, están tan húmedas que se pegan a mis pliegues con ganas de consumirlos.
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Queen of Daddy | +21 |
RomanceÉl ya se encuentra aburrido de tratar con mujeres que no elevan sus expectativas, quiere algo más nuevo y fresco, alguien para llenar de placer bajo sus llamadas cadenas de placer. -Serás mi nueva adquisición. -¿Serás un amo para mi? -Daddy, grabate...