Cap. 17

2.7K 113 2
                                    

☆Señor Moere  insaciable☆






Diecisiete años.

Se supone que cuando tienes esta edad no haces otras cosas más que vivir a cargo de tus Padres mientras estudias en un colegio que goza del prestigio que dejan los niños ricos, disfrutas y te aventuras con tus amigos de la infancia a retos que frente a tus ojos no tienen nada de complicado, te enamoras del chico que siempre ha vivido en tus sueños y si tienes un poco de suerte, se convierte en algo más que un estúpido deseo que no podías cumplir.

Consigues al chico, intentan hacerse felices el uno al otro, pero con el tiempo comienzan las opiniones diferentes causando desacuerdos en la pareja hasta que buscar en otro lugar se convierte en su única opción tanto como la tuya.

Vives decepciones y con eso es suficiente para culpar a tus altas expectativas.

<<Es el chico que me gusta, pero no sabía que era tan gris>>

Recuerdo que mi Padre siempre me lo advirtió.

Las personas más hermosas por fuera a veces no son las más coloridas ni convenientes.

Porque siempre buscamos lo que nos conviene ¿Verdad?

Ser un adolescente implica el riesgo de vivir una etapa pesada, otros dirían que es como un sueño gozar de tal libertad, puedes hacer y deshacer, luego vuelves a casa con Mamá y Papá. A veces con uno solo o con ninguno de los dos, pero sin importar lo que hiciste una vez regresas a tu lugar seguro, nada borra que esto pueda afectar en el futuro.

Mi Madre decía que: Si eres tan mayorcita como para hacer cosas prohibidas, también tendrías que serlo para enfrentarlas y resolverlas.

Es ley de vida.

La adolescencia es un poco parecida al proceso de madurez de un mango.

Primero eres una flor que no puede evitar ser acariciada por el sol, eres hermosa y los que te observen sabrán que algo bueno vendrá de ti, creces, creces y creces hasta transformarte en una fruta fresca, nueva para el mundo. No conoces lo que es evolucionar hasta volverte una planta totalmente madura y lista para llevar a cabo tu propósito ¿Pero alguien alguna vez te dijo que sería bonito? No.

Diecisiete. Conoces de tantas emociones, las vives tan mezcladas e incontrolables que comienzan a derrumbarse y consumir la fuerza de voluntad acumulada hasta desorientarte por completo.

Se supone que todo sería fácil.

Para mi no.

Mi nombre es Ellen Brooke Simon, soy una de esas adolescentes avanzadas, pero no el tipo que quise alguna vez.

Con mis Padres me adelanté a esta línea del tiempo que luce como mi etapa adulta aunque mi edad diga lo contrario. Soy una persona difícil para encajar, a veces considero que la soledad no puede ser tan mala, pero entonces recuerdo que no quiero verme como un ser solitario dependiente de su propia opinión.

Sigo conociendo el mundo, a las personas, sus pensamientos y opiniones, pero nunca puedo encajar.

Miro a Brandon Moere a un lado de su cama, acunando mi pequeño cuerpo con sus fuertes músculos, su respiración mezclada al borde de la mía.

Y me pregunto si tal vez me eligió como su niña sumisa porque consideraba que era apropiada y de verdad puedo encajar en su mundo.

<<No te ilusiones>>

Es lo que trato y no dejo de pensar que sería si me quisiera de otra forma.

Es un hombre guapo, con estrictos modales e inteligente como ninguno, además es bueno en la cama aunque haya sido mi primera vez con él. No quería que se acabara nuestro momento, él había sido el primer hombre por el que había sentido tanto deseo porque cumpliera lo que había dicho antes de entrar en mi.

Queen of Daddy  | +21 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora