Amnesia || Magcon [✔️]

8 ~ Noche de chicas ~ p.2

Ante la pregunta de Bethany, fruncí el ceño, al igual que ella, mientras que aún me observaba entrecerrando sus ojos.

–No lo creo... –respondí dudosa.

–¿Sabes qué? No importa, –hizo un ademan con su mano. –Tal vez te estoy confundiendo con alguien más –se encogió de hombros. –¿Eres americana, cierto? –preguntó, a lo que asentí. –¿Sabes dónde están Hazel y las demás chicas?

–Sí, están en su habitación –respondí, señalando a mis espaldas.

–Bien, entonces... ¿Vamos? –sonrió ella.

Asentí y me giré para comenzar a caminar hacia la habitación de Hazel, pero antes de llegar, esta se abrió y apareció ella.

Al vernos juntas en el pasillo, Hazel nos miró sorprendidas y nos sonrió.

–Beth, pensé que no llegarías –mencionó Hazel, caminando hacia ella y abrazándola, cuando se separaron, la chica habló.

–¿Cómo no iba a llegar, si no paraban de llamarme? –rieron.

–Veo que ya conociste a Stelle –ambas voltearon a verme.

–Así es –aseguró Beth.

–Entren, yo regresaré en un momento –dijo Hazel antes de irse por el pasillo, en dirección hacia la cocina.

Junto con Beth, ambas entramos a la habitación de Hazel y me sorprendí al ver el interior de la habitación.

Era hermosa, pensé.

Las paredes eran de un color verde, pero era un tono de verde bonito, y en ellas colgaban alguna que otra fotografía.

Pegada a la pared, a la derecha, se encontraba una enorme cama matrimonial cubierta con sábanas color lila. Mientras que, al otro extremo de la habitación, a la izquierda, se encontraba una pequeña cómoda, donde yacía el televisor.

Y, en la pared al final, había un alto estante lleno de libros. Junto a la cama, había una mesita de noche, donde se encontraba una lámpara y una cámara instantánea color amarilla.

En fin, toda la habitación era bastante colorida y con mucha pinta de adolescente.

Tris era la única sentada sobre la cama, mientras que el resto de las chicas yacían en el suelo. Las cinco conversaban entre ellas hasta que notaron nuestra presencia.

–¡Beth! Al fin viniste –dijo una de las gemelas, la rubia, que era Amanda.

–Vengan, siéntense –nos invitó Tris.

Beth se fue a sentar al suelo, mientras que saludaba a las demás chicas y yo opté por sentarme junto a Tris, en la cama.

–¿Por qué tardaste tanto? ¿Qué sucedió? –le preguntó Tris.

Beth dejó salir un gruñido de frustración antes de contestar.

–¿Recuerdan los eventos de los que les había contado hace unas semanas?

–Sí, sí, recuerdo.

Las chicas asintieron.

–Pues, resulta que todos fueron cancelados a última hora –explicó.

–¿Todos? –preguntó Liz.

–Todos.

–Que mal –las chicas hicieron muecas.

–Sí, –suspiró Beth. –Estuve intentando conseguir un reembolso.

–¿Y lograste recuperar el dinero?