Amnesia || Magcon [✔️]

70 ~ La cena y el mensaje de texto

Capítulo largo con muchas cositas... ¡Espero lo disfruten!

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–Bueno, me gustan los chocolates, pero no el pastel ni el helado de chocolate.

Hayes se encogió de hombros.

Ya todos habíamos recibido los platos que ordenamos y comíamos mientras charlábamos entre nosotros. Yo hablaba principalmente con Hayes, contándonos cosas para conocernos mejor.

–¿En serio? –fruncí el ceño. –Eso es un poco extraño, ¿no?

–Supongo, yo tampoco lo entiendo.

Mientras comía de mi pasta, giré a ver a los demás. Éramos diecisiete en total, por lo que era difícil verlos a todos desde mi asiento.

Si me inclinaba un poco hacia al frente, podía ver a Hazel sentada entremedio de Sebastian y Nash. Estos dos hablaban animadamente entre ellos mientras que Hazel se enfocaba en su comida.

Y, al lado opuesto, podía ver a Bethany sentada junto a Shawn, pero no hablaban entre ellos.

Casi sonrío al verlas a ambas, tanto a Beth como a Hazel, sentadas junto a las personas con las que precisamente "no podrían salir".

Regresé mi atención a Hayes y en nuestra conversación.

–Y entonces, ¿cuál es tu postre favorito –inquirí.

Este entrecerró los ojos, pensando.

–Pues, definitivamente la tarta de fresas es mi favorito.

–Interesante... –asentí con la cabeza y no pude evitar preguntarle: –¿Sabes cuál era el mío?

Hayes voltea a verme y se me queda mirando por unos segundos.

–Uhm, yo no... no estoy seguro, no lo recuerdo.

Sí, yo tampoco.

Hayes agachó la mirada, con su ceño levemente fruncido. Parecía afligido y me regañé a mí misma por haberle hecho aquella pregunta.

Quería decirle algo, cualquier cosa para dejarle saber que no tenía importancia, pero una voz se me adelantó.

–Te gustaban muchos postres distintos, sería difícil recordar tu favorito.

Giré hacia Cameron, quien llevaba aquella media sonrisa que siempre parecía tener cada vez que le miraba.

Noté el cuerpo de Hayes relajarse y agradecí que ya no parecía muy afectado. Miré a Cameron con mis cejas alzadas.

–¿Sueles escuchar conversaciones ajenas?

En cuanto pregunté aquello, me arrepentí, pensando que tal vez se lo tomaría a mal. Pero su sonrisa sólo se agrandó.

–No –negó con la cabeza. –Sólo cuando la conversación es interesante.

–O sea que eres un chismoso.

–Yo no dije eso.

–Eso fue lo que se entendió –dije y volteé hacia Hayes. –¿Tengo o no tengo razón?

Hayes sonrió y asintió, divertido.

–Sí, tienes razón.

Sonreí con suficiencia y miré a Cameron, quien fulminaba a Hayes con la mirada, y luego regresó su vista hacia mí, sonriendo de nuevo.

–De acuerdo, tú ganas esta –me señaló con su tenedor, antes de utilizarlo para enroscar sus fideos. –Y, para responder a tu pregunta, tu postre favorito eran los pastelitos de hojaldre rellenos de guayaba.