74 ~ Paciente Tucker

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No podía sacarme aquella foto de la cabeza desde ayer. Y tal vez se debía a que no podía dejar de mirarla. De vez en cuando, sacaba mi teléfono sólo para verla. Como si quisiera cerciorarme de que no eran imaginaciones mías, y que realmente era yo.

Había sido una paciente en ese hospital, un psiquiátrico que trataba a personas fuera de sí mismas. Pero aquello no tenía sentido. Yo estaba bien. No era una experta, pero no hacía falta de una para darme cuenta de que no estaba demente. O al menos no lo parecía.

Lo único fuera de lo ordinario en mí, era mi pérdida de memoria.

Miré a través del cristal del auto, hacia el exterior, observando los árboles.

"Poseemos de un equipo multidisciplinario y en constante evolución en cuanto a herramientas, cuidados, prácticas y tratamientos, para ayudar a las personas con dolor..."

Esa oración tampoco salía de mi cabeza.

¿Acaso era posible que ellos hayan sido los responsables? ¿Qué ellos tengan la culpa de que no pudiera recordar mi vida?

Mi estómago se volcó con el pensamiento de que estas personas pudieron haberme hecho algo que haya freído mi mente.

Eso tendría bastante sentido, si no fuese por el hecho de que la neuróloga ya había llegado a la conclusión de que mi pérdida de memoria se debía a un golpe en la cabeza.

Pero no podía descartar ninguna posibilidad. Era por eso, por lo que me encontraba de camino a dicho hospital psiquiátrico.

Lo sé, tal vez era una idea horrible, en especial porque estas personas aún me buscaban, y porque me encontraba sola. Luego de haber encontrado aquella alerta, con mi fotografía, no logré encontrar la manera de contarle a Sebastian.

Sabía que una parte de mí no quería contarle por el miedo a cómo él me vería después. Claro, Seba me apoyó en cuanto al tema de mi pasada infidelidad, pero esto era diferente.

Esto se trataba de mi estado mental. Puede que yo esté dañada, y que los daños sean irreversibles. O peor aún, que sean peligrosos para aquellas personas a mi alrededor.

En los últimos meses no había sucedido nada que indicara que tuviese algún problema mental, pero mi conocimiento al respecto era escaso, no era ninguna experta.

Además, no podía quedarme de brazos cruzados en el apartamento luego de haber visto mi foto en una alerta como esa. Si había algo malo conmigo, quería saber qué era.

–Serían cuarenta y cinco euros –anunció el taxista luego de detener el auto.

Asomé la cabeza para mirar a través del parabrisas y fruncí el ceño.

–¿Es aquí?

–Sí, señorita –respondió. –No puedo avanzar más, deberá caminar hasta el complejo.

–Entiendo, muchas gracias.

Le tendí el dinero al taxista y bajé del auto. Este no demoró en retroceder hasta marcharse y desaparecer de mi campo de vista.

Observé mi alrededor. Hace poco habíamos atravesado un camino repleto de árboles, pero ahora estaba todo despejado. Era un área verde enorme, delineada por los árboles que creaban un pequeño bosque a nuestro alrededor.

Desde donde me encontraba, podía ver el hospital, rodeado de vallas y alambrados. También había varios guardias, armados, caminando por el área.

No parecía ser un lugar del cual sería fácil escapar. De hecho, tal hazaña me parecía imposible.

Amnesia || Magcon [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora