Amnesia || Magcon [✔️]

39 ~ Comportamientos inusuales y una oportunidad para ambos

NARRA STELLE

Había estado esperando en el sofá de la sala a que Hazel saliera del baño y ahora que iba saliendo de camino a su habitación, la seguí por el pasillo.

–Hazel –la llamé, logrando hacer que se detuviera y se girara hacia mí.

Llevaba ropa cómoda de estar y una toalla en la mano, tratando de secar su cabello mojado.

–¿Vas a ir a algún lugar esta tarde? –pregunté.

–Uhm... No, creo que no –negó con la cabeza y luego la ladeó a un lado, mirándome. –¿Por qué preguntas? ¿Tú saldrás?

–No, no es eso –negué. –Es que... Tris llamó y como te duchabas, contesté el teléfono y dijo que las chicas saldrían y preguntó si podríamos acompañarlas.

–¿Todas las chicas? ¿Todas van a ir? –preguntó, comenzando a emocionarse.

–Sí, supongo que sí.

–Hace mucho no salíamos todas juntas –sonrió, cubriendo su cabello con la toalla.

–Tris dijo que nos encontraríamos frente al bar, en el lobby.

–Bien, ¿A qué hora? –preguntó, caminando por mi lado y asomándose a la cocina para ver la hora en el reloj que colgaba de la pared.

–Cinco y media –respondí.

–Perfecto, tenemos exactamente una hora –se giró hacia mí y asentí.

–Me ducharé –avisé, caminando en dirección hacia mi habitación.

–De acuerdo.

Entré a la habitación y fui a abrir el armario. Todavía no tenía mucha ropa, pero creo que tenía la suficiente por ahora.

Pensé en tomar unos jeans y una camisa cualquiera, pero me decidí por un traje rosa pálido y unos tenis blancos que me había regalado Hazel. Puse el traje sobre la cama y los tenis en el suelo, tomé una toalla limpia y salí en dirección hacia el baño.

Luego de tomar una ducha y de lavarme el cabello, regresé, con la toalla alrededor de mi cuerpo, hasta mi habitación.

Una vez que ya me encontraba dentro, cerré la puerta y comencé a vestirme. Sólo tenía puesto el vestido cuando Hazel tocó a la puerta.

–¿Stelle? ¿Puedo pasar?

–Adelante, está abierto.

La puerta no tardó en abrirse, dejando ver a Hazel con ambas manos llenas de prendas de ropa.

–Tienes que ayudarme ¿Sí? –pidió, lanzándome una mirada suplicante. –No sé qué ponerme y tengo un desorden en mi habitación... –se mordió el labio, mostrándome las prendas que cargaba en las manos.

Después de varios minutos en los que estuve ayudando a Hazel a escoger su ropa, se decidió por una blusa fina blanca y una falda con vuelo de un color rosa oscuro, que le quedaba justo por encima de la rodilla.

Cuando salió de mi habitación, cerró la puerta y yo terminé de arreglarme y salí de la habitación con los tenis en mano, no sin antes tomar mi bolso.

Como no solía maquillarme, terminé rápido. Mi cabello seguía húmedo, por lo que simplemente lo cepillé y lo dejé suelto para que se secara naturalmente.

Cerré la puerta de mi habitación, caminé hasta la sala y me senté en el sofá para ponerme los tenis.

En eso, escucho la puerta de la habitación de Hazel abrir y cerrarse, seguido de su voz.