82 ~ Veredicto

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Volteé hacia una de las pantallas donde se reproducía el video.

–¿Sabes? Estoy algo celoso porque cuando yo visito a Stelle, apenas me habla. Pero a ti te cuenta toda su vida.

–No le hagas daño.

–¿Daño? ¿Cómo le haría daño a mi propia hija?

–No somos tus hijas.

–Ah, cierto. Pero, hay documentos que dicen lo contrario así que, quieras o no, soy su padre.

–Un padre no encierra a su hija de seis años en un psiquiátrico.

–Eso era necesario, no tenía otra opción.

–¿No tenías otra opción?

Mi voz se escuchó más alta. Incluso en el video se podía apreciar mi frustración y enojo.

–Maisie, lo hice por ti, no podía permitir que Amelia volviera a atentar contra tu vida.

–¿De qué hablas?

–¿Stelle no te dijo?

La voz de Edward se escuchó burlona.

–¿Decirme qué?

–En fin, eso ya no tiene importancia...

–¿Qué hiciste con su cuerpo?

–Está donde siempre tuvo que estar, al fin en casa, con sus padres. Pobre que no está viva para disfrutarlo.

Aquellas palabras provocaron reacciones de sorpresa y disgusto entre todos los presentes en la sala.

Volteé de nuevo hacia Edward, sus ojos se encontraban fijos en la pantalla mientras que sus manos se volvían puños sobre la mesa.

–Maisie, vine para ofrecerte un trato.

–No haré ningún trato contigo.

Por primera vez en el video, el rostro de Edward se hizo visible por completo mientras inclinaba su rostro hacia el interior del apartamento, acercándolo al mío.

–Lo harás si no quieres perder la última hermana que te queda.

La amenaza de Edward provocó otro revuelo de emociones en la sala y algunos murmullos.

–Eso pensé... Si me das toda la herencia que les dejaron a ustedes, dejaré salir a Stelle y no las volveré a molestar.

–¿Y qué si no lo hago?

La mano de Edward apareció en el marco del video, acercándola a mi rostro. Se pudo ver que intenté apartarme, pero de todos modos logró sujetar mi mandíbula con su mano, manteniéndome inmovilizada.

Los murmullos en la sala se hicieron más altos.

Su rostro se acercó más al mío.

–Si no lo haces, me encargaré de hacer de tu vida un infierno, tal y cómo solía serlo, pero mucho peor...

Su mano dejó mi rostro y entonces pude retroceder, alejándome de él. Su rostro seguía visible en el video.

–Te estoy dando la solución a tus problemas, Maisie, te recomiendo que la tomes.

–¿Y qué hay de Eva?

–¿Eva? No hay nada que hacer en cuanto a ella. Se queda con nosotros, donde pertenece.

–No, ella debería estar con Stelle.

–Nosotros la criamos, y con nosotros se quedará. Stelle no es apta para cuidar de ella, nunca lo fue y nunca lo será... En fin, fue lindo verte, Maisie. Nos volveremos a ver muy pronto.

Amnesia || Magcon [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora