45 ~ Absolutamente nada...

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NARRA MAHOGANY

Para cuando me llevé la última cucharada de la sopa que me había preparado Jacob a la boca, ya me sentía mucho mejor. Dejé el recipiente vacío sobre la mesa que había en medio de la sala de estar, frente al sofá en el que estaba recostada.

Tomé la manta que cubría mis pies y la atraje más hacia mí, cubriéndome casi por completo.

Estaba sola en la casa, viendo una serie, esperando a que Jacob o los chicos regresaran.

Justo cuando se terminaba el episodio que estaba viendo, se escucharon unas llaves al otro lado de la puerta, seguido de estas cayendo en el suelo.

Rodé los ojos y con una pequeña sonrisa en los labios, aparté la manta y me paré del sofá para ir a abrir la puerta por mí misma.

El sonido de las llaves chocando unas contra otras se volvió a escuchar, justo antes de que abriera la puerta.

Del otro lado, me encontré con un Nash encorvado hacia el frente, con un conjunto de llaves en la mano. Al notar que la puerta ya estaba abierta, se enderezó y levantó la cabeza para mirarme. Todos los chicos se encontraban parados detrás de él.

–¿Cómo les fue con Bart? ¿Me perdí de algo importante? –alcé una ceja. –Aunque lo dudo mucho –reí, pues todas las reuniones con Bart eran igual de aburridas.

–¿Está Jacob contigo? –la sonrisa que tenía se desvaneció de a poco al escuchar la voz de Nash.

–No, él salió a... oh, no, espera... ahí, ya llegó –me puse de puntitas para ver detrás de los chicos como el auto de Jacob se aproximaba por la calle y se estacionaba frente a la casa.

Segundos después, Jacob bajó del auto, con dos bolsas plásticas en las manos y caminó por entremedio de los chicos, hasta llegar a la puerta.

–¿Ya regresaron de ver a Bart? ¿Por qué siguen afuera? Vamos, entren.

Jacob los invitó a pasar y yo me hice a un lado, sosteniendo la puerta para que pudieran entrar. Se me hizo extraño que ninguno de los chicos me saludara, incluso pareciera que evitaban hacer cualquier contacto conmigo.

Una vez que estaban todos adentro, cerré la puerta y seguí a los chicos a la sala, mientras que Jacob llevaba las bolsas a la cocina.

–¿Y Hayes? –pregunté, al notar que no estaba con ellos.

Nash se aclaró la garganta antes de hablar.

–Hayes, él... se quedó en el auto.

–¿Por qué? ¿Qué tiene? –me preocupé. –¿Se siente mal? Aún tengo un poco de mi medicina, tal vez podría... –comencé a ofrecer, pero Nash me interrumpió.

–No –negó con la cabeza. –Mahogany, tenemos que hablar contigo.

–¿Está todo bien? –preguntó Jacob, posicionándose junto a mí y rodeando mi cintura con su brazo.

–Es mejor que se sienten.

Todo este tiempo, Nash mantenía su cabeza gacha, hasta que la levantó y pude apreciar mejor su rostro. Al ver sus ojos, sentí un nudo formarse en mi estómago.

Jacob y yo nos miramos con la misma expresión en el rostro, pero no dijimos nada. Ambos nos sentamos en el sofá y esperamos a que Nash dijera algo.

Vaciló un poco antes de acercarse a nosotros, y para mi sorpresa, se arrodilló en el suelo, tomando mis manos entre las suyas.

–Mahogany... no sé, cómo decirte esto...

Sus ojos rojos me daban la impresión de que algo muy malo había sucedido.

Amnesia || Magcon [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora