Amnesia || Magcon [✔️]

36 ~ Distracción

NARRA MATTHEW

–¿Alguien sabe dónde está Shawn? –pregunté, mirando la pantalla de mi teléfono, esperando a que contestara mi mensaje.

–No –respondió Carter. –¿Por qué mejor no le llamas?

–Ya le envié un mensaje –respondí, mostrándole mi teléfono.

Estábamos en el auto de Taylor, él conducía y a su lado estaba Carter, mientras que yo me encontraba en la parte de atrás junto con Aaron. Se me había ocurrido crear una salida con todos los chicos para que se distrajeran, despejaran la mente un poco y trataran de divertirse.

–¿Para qué lo quieres? –preguntó Taylor.

–Tengo una idea –contesté, verificando nuevamente mi teléfono por alguna respuesta de Shawn, pero nada.

–¿Qué clase de idea? –me preguntó Carter.

–Es algo para distraernos un poco, al menos por un día –confesé y justo en ese momento mi teléfono vibró en mi mano, era Shawn.

~ Mensaje de Shawn ~

Estoy en el estudio ¿Por qué?

–Esa es una buena idea –dijo Aaron a mi lado, mientras asentía.

–¿Y bien, te contestó? ¿Dónde está? –preguntó Taylor.

–En el estudio... –contesté, escribiéndole otro mensaje a Shawn.

Matt: Haremos una salida con los chicos ¿Te apuntas? No aceptaré un no por respuesta.

Esperé unos segundos a que Shawn respondiera mi mensaje.

–No estamos tan lejos –comentó Carter, mirando alrededor.

Mi teléfono volvió a vibrar y lo verifiqué.

~ Mensaje de Shawn ~

De acuerdo. Estoy libre, búscame cuando puedas.

Le escribí a Shawn que ya estábamos de camino para recogerlo, mandé el mensaje y me guardé el teléfono en el bolsillo.

–¿Hacia dónde? –preguntó Taylor, disminuyendo un poco la velocidad del auto.

Nadie respondió y nos quedamos en silencio por un par de segundos, esperando a que Carter contestara, de pronto, éste nos asustó a todos, gritando.

–¡Gira aquí! –señaló una calle que estábamos a punto de rebasar a su derecha.

Pero, lo que sucedió a continuación, nos puso a todos con el corazón en la garganta.

Taylor, al ver que estaba a punto de rebasar la calle que señaló Carter, giró bruscamente el guía hacia la derecha, haciendo que nos inclináramos todos hacia la izquierda. El auto comenzó a patinar y las llantas no paraban de rechinar, mientras que Taylor intentaba recuperar el control del auto.

Automáticamente, como auto reflejo, cerré los ojos.

Cuando dejé de escuchar las llantas y de sentir el auto patinar, los volví a abrir.

Miré a mi alrededor y todo se veía normal. Taylor seguía conduciendo tranquilamente y de pronto, se escuchó su risa por todo el auto.

–¡¿Estás loco?! –preguntó Aaron junto a mí, claramente alterado.

–No fue para tanto –respondió Taylor, encogiéndose de hombros.

Aaron abrió los ojos como platos, mientras que Carter se pasaba una mano por el rostro.