Si pudiese volver el tiempo atrás no lo haría.
Nadie nunca me advirtió. Ni siquiera me dieron un resumen o un aviso de dos palabras, quizás algo así como "¡Reina Enova!" o "¡Sos mágica!".
Mi sangre proclama un trono del que, por 16 años, nunca supe...
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❛ El sonido de un objeto rompiéndose llegó a mis oídos. Me los tapé instantáneamente , soltando un grito por el susto y cerrando la puerta, arrepintiéndome de haberla abierto para escuchar. Corrí hasta mi cama y me tapé con las mantas llorando y pidiendo que pare, que ellos paren. Un golpe seco resonó en toda la casa y esta vez jadee tapándome la cara con una almohada y rogando que todo se detenga. Rogaba volver a la nada. Volver a mirar el techo blanco en silencio y soledad, con un vacío eterno.
Escuché la puerta de mi habitación abrirse y después unos pasos entrando a mi habitación. Me saqué la manta de la cabeza y lo vi. Luke estaba con su pijama puesto y su pelo desordenado hacia todas partes. Me dedicó una mirada triste entre sus ojos cafés y se acercó a mi cama. Cuando se sentó a mi lado me abrazó aferrándome a él. Escondí mi cara en su pecho volviendo a llorar desconsoladamente. El nuevo ruido de un golpe sonó desde la planta baja de mi casa. Di un respingo pero allí estuvo él para sujetarme y decirme que pronto terminaría, que no faltaba mucho.
─¡Eres una egoísta y arrogante! ─gritó mi papá. Casi podía ver su ceño fruncido y su cara de enfado.
Últimamente peleaban todos los días, a cualquier hora. Desde que Luke se mudó con nosotros tras el accidente de su familia hacía cuatro años, él tenía que escuchar también como peleaban. Normalmente siempre corría hasta mi cuarto y me abrazaba hasta que terminaban.
─¡Tú eres un ingenuo si piensas que le voy a negar su futuro!
Siempre peleaban por lo mismo, aunque nunca pude entender el porqué. Tener once años tampoco ayudaba para mi entendimiento total de sus peleas. Solo podía llorar hasta que se detuvieran.
─¡Es solo una niña! ¡No va a poder enfrentarse a su futuro! ¡Ni hoy ni en cinco años! ─tragué saliva. Hablaban de mí, siempre lo hacían. Luke me tapó los oídos pero no fue suficiente como para dejar de escucharlos.
─¡Ella es una Queen, el futuro de Enova está en sus manos!
─¡No! ─otro objeto más se rompió ─. No voy a dejar que metas a nuestra hija en esas... esas... cosas. Se merece una vida normal lejos de tu locura.
─¡¿Mi locura?! Sabías muy bien lo que era cuando comenzaste a salir conmigo.
─¡Si, y me arrepiento cada maldito día!
Silencio...
Eso pareció dolerle a mi madre porque escuché pasos acercándose. Subió algunos escalones pero se detuvo un momento.
─Donna será reina algún día, van a colgar banderas con su rostro y nada ni nadie se va a interponer en su destino. Ni siquiera tú.❜
