─Donna, la clase comenzará dentro de diez minutos. Desayuna tranquila, pero date prisa ─fruncí el ceño en dirección a la rubia.
─¿Desayuno tranquila o me doy prisa? ─pregunté dejando mi medialuna a medio comer sobre la mesa, ya me había dado algo de pena seguir. Ella iba a contestar pero un ojimiel se sentó a mi lado.
─Buenos días ─saludó Luke, su cabello rojizo estaba desordenado y en las esquinas de sus ojos se lucían unas pequeñas legañas ─. Al parecer mi profesora va a llegar tarde para nuestra clase así que nos dieron dos horas libres, ¿Las acompaño a su clase? ─ofreció con una media sonrisa.
─De acuerdo, iré al baño mientras Donna termina de desayunar ─comentó Gia, a lo cual asentimos con la cabeza. Después de unos segundos, y cuando ya había desaparecido de nuestro campo de visión, Luke se giró en mi dirección y me dedicó una pequeña sonrisa.
─¿Se hicieron muy amigas, verdad? ─tomó una de las medialunas sobre mi plato y se la llevó a la boca.
─Obvio, somos besties ¿No te diste cuenta? ─bromeé enarcando una ceja ─. Pero sí, supongo que sí. Ella me trató como si fuésemos hermanas desde el día uno y yo la dejé hacerlo, tiene mucha confianza en si misma y eso nos sirve a ambas. Además, me cae bien ─concluí, aunque realmente no sabía explicar muy bien lo que pasaba con Gia.
Siempre me trató como su mejor amiga lo cual agradecí porque era la única que tenía en Nova además de Luke, y en cierta forma nos complementamos bastante bien. Ella tiene un ego bastante alto pero también es muy amable con la gente alrededor, y yo tengo un autoestima decente y no me relaciono con la gente a mi alrededor. Como dije, nos complementamos.
─Me alegro por ti entonces ─comentó con sinceridad ─. Yo me estoy llevando muy bien con Alexei, es una persona muy carismática, y creo que tiene un leve fanatismo contigo ─reí ante eso último.
─¿Por qué? ─indagué divertida.
─Cree que eres algo así como la elegida por tener tantos poderes.
─¿Como Harry Potter? ─incliné la cabeza hacia un lado frunciendo el ceño.
─Claro, como Harry Potter ─asintió dándome la razón.
─Ojalá, ya querría yo salir con un bombón como Ginny Weasley ─rio abiertamente por mi comentario.
Minutos después la rubia volvió y los tres nos dirigimos a la clase de Uso militar de magia. Este era en un sótano bajo el edificio del colegio, pero para nuestra suerte no era de esos típicos que parecen calabozos o que la humedad y el olor a podrido llena el ambiente. El piso estaba cubierto con baldosas blancas que no eran tan resbaladizas pero se mantenían medianamente limpias, y en las paredes se lucia un papel tapiz con mosaicos plateados y dorados que le daban un aire de realeza. Varios sacos de boxeo de pie, un ring de lucha libre y algunos bancos al rededor de todo el lugar me dieron la impresión de que perdería un pulmón si seguía ejercitándome de esa forma después de haber pasado todos estos años acostada en mi cama. El profesor entró con un bolsón en la mano totalmente apurado y lo apoyó en uno de los bancos, cuando nos miró a todos le dirigió una mirada a Luke y frunció el ceño.
ESTÁS LEYENDO
La heredera sin nombre
FantasySi pudiese volver el tiempo atrás no lo haría. Nadie nunca me advirtió. Ni siquiera me dieron un resumen o un aviso de dos palabras, quizás algo así como "¡Reina Enova!" o "¡Sos mágica!". Mi sangre proclama un trono del que, por 16 años, nunca supe...