Mi mamá y Balderik, quien ahora también era mi tío, se habían ido tras alguna que otra conversación más. Lo que ella dijo sobre los cafages era cierto, al parecer estaban rastreando a alguien cerca de los territorios de Nova por lo tanto estos se quedarían unos días por la zona. No llegué a mencionarles lo de Keo Darth o lo del ataque, sin embargo en algún momento le pediría explicaciones sobre ello también. En cuanto a la decisión que teníamos que tomar sobre quedarnos o no, con Luke no lo habíamos hablado aún. Yo tenía mis dudas, ya que había personas de las cuales no llegué a despedirme, sin embargo sentía que, en realidad, ya había decidido. Me sentía bien en este mundo, junto con Gia, Sol y los demás. Mis poderes, cosa que seguía descubriendo, también se sentían... correctos, como si hubiesen sido una de las únicas piezas faltantes para completar mi propio rompecabezas. Mamá tenía razón, si me hubiese dicho la verdad sobre Enova y mis poderes lo más posible era que me hubiese negado a irme de mi mundo, pero las cosas cambian cuando se viven en carne propia.
Tras haberles contado a mis nuevos amigos que, finalmente, acepté el trabajo de Keo nos permitimos festejar con los postres que servían sobre la mesa para la hora del almuerzo. Tanto Gia como Sol y Alexei me felicitaron, sin embargo Luke se mantuvo en silencio respecto al tema. No parecía enojado o decepcionado, pero sé que él no confiaba mucho en la familia Darth y le di merito ya que yo tampoco terminaba de confiar. Keo parecía estar lleno de misterios.
Ya pasados algunos días y aprovechando que los sábados por la mañana nadie madrugaba, me adentré por los pasillos hasta llegar a la biblioteca. La bibliotecaria, con sus ojeras mañaneras y su rostro decaído, sonrió débilmente sin decir nada dejándome pasar.
Las librerías se dividían por secciones: Libros extraídos del otro mundo, libros escolares, guías de luchas, técnicas de batalla, etc. Sin embargo yo me interesé por la de Historia. En el lado derecho del mueble habían pegado un papel con muchos nombres y números, tarde unos pocos segundos en descifrar que era una guía para saber donde buscar ciertos tipos de libro en lo alto de la biblioteca. Leí los títulos hasta encontrar uno que me llamó la atención: "El legado Queen: La historia de las primeras mujeres enovanianas". A su lado había un titulo más: "Los guardianes de la reina". No necesité mucho más, comencé a subir la inmensa escalera para llegar hasta la ubicación indicada en la guía.
En primer lugar había viajado hasta la biblioteca para investigar. Desde el ataque a Enova y la inscripción en la columna que surgió de la tierra, mis sueños eran más cortos, las noches se hacían eternas y mis dudas incrementaban, gritando en el silencio. Ahora sabiendo sobre la visión de mi mamá y mi conexión con la tan nombrada reina Queen, necesitaba saciar mi intriga.
Finalmente llegué a la altura indicada, estaba varios metros sobre el suelo. Un pequeño pinchazo de vértigo surgió en mi estómago pero lo ignoré lo mejor que pude. Busqué con la mirada en los cientos de lomos los títulos que necesitaba. Todos eran libros viejos, grandes y llenos de hojas teñidas de amarillo por el tiempo que llevaban allí. Sus tapas eran de cuero y un pequeño hilo rojo sobresalía de cada uno, perfecto para marcar las páginas y terminar de leer otro día.
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La heredera sin nombre
FantasíaSi pudiese volver el tiempo atrás no lo haría. Nadie nunca me advirtió. Ni siquiera me dieron un resumen o un aviso de dos palabras, quizás algo así como "¡Reina Enova!" o "¡Sos mágica!". Mi sangre proclama un trono del que, por 16 años, nunca supe...