Si pudiese volver el tiempo atrás no lo haría.
Nadie nunca me advirtió. Ni siquiera me dieron un resumen o un aviso de dos palabras, quizás algo así como "¡Reina Enova!" o "¡Sos mágica!".
Mi sangre proclama un trono del que, por 16 años, nunca supe...
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Todos los estudiantes comenzaron a sentarse en sus respectivos lugares, acomodándose por año. El auditorio estaba lleno. Por un lado de la tribuna los de tercer año, quienes miraban con aburrimiento el escenario en frente. En el medio, los de segundo año. Logré reconocer a Luke, Alexei y Azael entre la multitud. Por último nosotros, los de primer año. Me senté junto a Gia y a Sol en uno de los asientos más altos. Una nostalgia divertida a la vez que amarga me embargó al recordar mi primer día allí. Lo asustada que estaba y mis grandes deseos por pasar desapercibida siendo tirados a la basura en el momento en que cuatro letras aparecieron en mi muñeca, marcándose como un tatuaje. Instintivamente dirigí mi mano libre a la M brillante y acaricié a las demás letras a su lado. Capaz sea un problema a la vez que una gran responsabilidad cargar con estos poderes, pero no puedo poner en duda lo bien que me siento cuando los llamo, cuando los uso. Me siento poderosa, con ganas de ser más y más grande. Quiero comerme el mundo. ¿Es normal que no me aterre la idea? Dicen por ahí que la ambición es peligrosa si no se controla a tiempo, pero... ¿Peligrosa para quién? ¿Para mí o para los demás?
─Donna, ¿estás viva acaso? ─la voz de Gia me devolvió a la realidad.
─Sí, ¿Qué dijiste? ─indagué tratando de ignorar mis pensamientos.
─Que si harás algo durante las vacaciones de verano ─reiteró su pregunta.
─Oh, no lo sé aún. Posiblemente vuelva con mi familia. Ya sabes, en Bluequeen ─contesté, y me sorprendí a mi misma al decir la verdad.
Ya habíamos arreglado con mi madre a través de cartas que Luke y yo nos quedaríamos en una cabaña de Bluequeen que ella había alquilado hasta volver de vuelta a clases. Dijo que sería más seguro si los guardias del rey nos veían dirigiéndonos hacia nuestro pueblo, para no levantar sospechas.
─Yo iré a Whitequeen, hay un castillo allí y mi padre tiene que atender negocios así que aprovecharé para conocer nuevas personas ─comentó contenta e ilusionada.
─Que suerte tienen algunas... ─murmuró Sol mientras escribía algo en su libreta.
Al ojearla descubrí algunas palabras como "focalizar" y "poder". Supongo que aún necesita ayuda para controlarse. La entiendo, mis poderes mentales solo los puedo controlar en situaciones de estrés. ¿Ilógico? Sí, pero estamos en un mundo mágico con poderes, todo es ilógico en este lugar.
─Ustedes siempre serán mis favoritas ─aportó la rubia a lo cual sonreí por instinto. Un nudo se formó en mi estómago.
Ella siendo tu amiga y tú mintiéndole en la cara cada que tienes la oportunidad.
Respiré hondo desechando esos pensamientos. Si lo hacía era para salvarme, por supervivencia. Incluso Gia podría entender el porqué de mi engaño. No podía confiar en nadie, solo en mí misma. Quizás en Luke también, pero últimamente lo sentía más distante. Desde que empecé a practicar junto a Azael hace una semana, el pelirrojo apenas cruzaba palabras conmigo. Estaba más enfocado en entrenar, lo cual no me resultó extraño, pero extrañaba poder hablar con él. Tener a alguien con quién hablar de las cosas que no puedo hablar con Gia o con Sol. Capaz solo estaba algo paranoica.
