12. Prohibido

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10/04/2020

—¿Lans? ¡Maldición, Dios! ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? —Pregunto mientras me yergo en la cama rápidamente.

—Si mi abuela estuviera viva y te escuchara decir, "maldición" y "Dios" en la misma oración: te aseguro qué te ahorcaría en el nombre de Jesucristo.

Se ríe un poco y se sienta en el borde de la cama.

—No me has respondido —demando mientras jalo un poco más mi manta para taparme hasta el cuello.

—Oh, tú padrastro me dejó pasar —responde con simpleza.

Estúpido Peter. ¿Cómo mierda se le ocurre dejar pasar a un extraño a la casa? Y más a estas horas de la mañana. Irresponsable, muy irresponsable...

¡Espera!

—¿Cómo sabes qué Peter no es mi padre? —Lo observo detenidamente entrecerrando los ojos.

—Pff ¿En serio preguntas eso? —Bufa—. Es muy obvio que no son parientes sanguíneos —me mira como si fuera el mayor de los idiotas.

—¿Cómo puedes estar tan seguro?, eres la persona más cuestionable que conozco  —retrocedo un poco más hasta que mi espalda queda totalmente pegada con el respaldar de la cama. Alza una ceja y suelta una pequeña risa nasal.

—Primero. Tú pelo es totalmente liso y de un negro ébano peculiar —comienza a enumerar con sus dedos—, mientras que el de él es castaño y risado. Segundo: tus ojos son de un raro color verde aceituna, y los de él, de un café oscuro y sin gracia. Tú piel cuenta con un tez similar al de un bronceado hawaiano qué cualquiera te envidiaría, en cambio la de él tiene un bronceado sin gracia, tus facciones son delicadas pero masculinas, y las de él son completamente duras, marcadas. Él  es un tipo alto y musculoso, y tú eres una clase de pitufo en pleno desarrollo. Tú eres...

—Está bien —interrumpo—, callate, cada palabra que sale de tú boca me incomoda, es raro  —me llevo las manos al rostro y siento cómo la temperatura me ha aumentado de golpe.

—¿Te incomoda?  —Pone una sonrisa juguetona mientras alza sus cejas una y otra vez. Idiota.

—Ay, por favor, deja de burlarte de mí —. De verdad que no logro entender lo que pasa con la persona que está justo enfrente de mí. Preferiría que siguiera con su actitud narcisista y arrogante. Que ahora tenga una actitud más "linda" me asusta. Este es un comportamiento digno de un psicópata, de hecho hay un libro que lo explica.

—¿Qué?, ¡es en serio!... Oh, y sé me olvidaba decir que cuando te conocí tú padre ya había dejado a tú madre —sonríe y sus ojos se vuelven casi imperceptibles cuando lo hace.

—Pff, si es así entonces toda esa comparación fue inútil, y además... ¡Espera! —Me callo y frunzo el ceño al repasar sus palabras. ¿Dijo qué cuando me conoció? Ahg, eso no es posible... ¿O sí? ¿Lo conozco de antes? Y si es así, ¿por qué no lo recuerdo? No creo haber tenido un compañero de escuela con su nombre en el pasado... ¡Ash!

—Deja de decir cosas que hacen que mi cerebro piense de más, no me gusta. Y ya salte de mi cuarto, ¡pervertido!

—¡Ja! —me escudriña con la mirada y una sonrisa ladina se forma en sus labios—. Oye Lucas, ¿conoces el significado de la palabra ramé?

—No —respondo, tajante. Pero eso no significa que mi espíritu animal no sienta curiosidad al respecto —: ¿Qué significa?

—... Significa todo lo qué podríamos llegar a ser —sin apartar su mirada de mí, se acerca un poco más y humedece su labio inferior, agrietado por las bajas temperaturas de la mañana.

Apaga las luces y enciende las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora