20/05/2020
El amor platónico es un sentimiento que está grabado en cada ser humano desde eras mitológicas, sin el amor, sin el instinto de reproducción, no existiriamos. O tal vez sí, pero no seríamos lo que somos hoy.
Pero, ¿sentirlo es lo mismo a entenderlo?
Porque yo no supe como proceder desde ese día, y, no sé si sea amor o necesidad.
¿Es ridículo siquiera pensar que es amor? Después de todo, no llevo mucho tiempo conociendolo..., aunque, no sé porqué, pero siento que lo conozco de toda una vida, aunque no sepa mucho de él.
Es muy confuso.
Después de ese "beso" no lo ahuyenté, todo lo contrario, le permití hacerme compañía y, hasta cierto punto, me gustó, me gustó ese roce de labios y las pequeñas caricias que me daba en el rostro, sobretodo, su calidez. Una que solo creí que era posible sentirla en mis sueños más patéticos.
Pero no se ha vuelto a repetir. Sí, hemos hablado, pero de cualquier tema banal. Ninguno de los dos ha tenido el valor de recordar la pequeña intimidad que tuvimos hace tres días, en medio de la lluvia y ahuyentando la soledad que no sabía que sentía, aunque siempre creí que me gustaba estar solo.
¿Qué quiero con él?
¿Él querrá algo conmigo?
Puedo preguntarle, pero me da miedo. No el rechazo, sino lo que él pueda sentir por mí y quiera de mí.
Otra pregunta que no me ha dejado dormir bien estas noches es como demonios podré identificar la diferencia entre querer y amar.
¿Cuál debería sentir?
Puede que sea más fácil de entender de lo que parece, pero también puede que sea una de esas preguntas que hacen que cientos de científicos y filósofos se reúnan a debatirlo.
Si es así, ¿cómo podría descubrirlo por mí mismo?
Con eso en mente bajo hasta donde se encuentra Peter, aprovechando que hoy no trabaja. Si hay alguien que me pueda ayudar, desafortunadamente debe de ser él.
—¿Estás ocupado? —Pregunto, simulando que nada raro pasa.
—No, todo lo que hay en este periódico es contenido basura, se nota que ya nadie los lee. Por otro lado, ¿te sientes bien? Nunca pensé que tomarías la iniciativa de entablar una conversación conmigo —repone, mirándome extrañado.
—Sí, ni yo —acepto—. Pero tengo una pregunta que hacerte.
—¡No fui yo! Ese yogur que guardaste anoche desapareció por si solo, lo juro —asegura haciendo un símbolo de juramento con la mano.
Así qué tú eres la rata roba yogures. Trato de ignorar eso, pero me es imposible no darle una mirada de reproche.
—Olvidalo, eso no es lo que quiero saber —aunque ya lo sé —: es otra cosa.
—¿Es así? Entonces pregunta lo que quieras, puedo ayudarte —dice, tomando una postura más..., ¿profesional?
—¿Cómo sabes cuándo quieres a alguien? —Pregunto, sintiéndome repentinamente avergonzado.
Alza ligeramente una de sus cejas y una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro. Al parecer, ya sabe el rumbo que tomará esta conversación.
—Lo sientes. Eso es todo. La verdadera pregunta aquí es ¿De qué forma quieres a esa persona? ¿La quieres cómo quieres a una mascota? ¿La quieres cómo quieres a un amigo? ¿La quieres de la forma en la que quieres a tus padres, a tus abuelos? O, ¿la quieres cómo algo más que simples amigos?, hay muchas formas de querer, Lucas. Debes preguntarte a ti mismo de que manera estás comenzando a querer a esa persona —finaliza, orgulloso de sí mismo.
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Apaga las luces y enciende las estrellas
RomanceLa mayor parte de mi infancia y adolescencia la he pasado solo, sin amigos, algo que nunca me ha importado mucho, para mí: un buen libro siempre será mejor compañía que una persona. Pero nada es constante y todo cambia, ley de la vida. *** Aún no lo...