10/08/2020
No sé cómo explicar esto pero, ¿es normal sentir qué el mundo empieza a existir cuando lo aprecias? Quiero decir, como si el viento soplara a mi favor y los lugares increíbles como en el que estoy ahora solo esten ahí con el único propósito de recibirme, de recibirnos. ¿No es demasiado conveniente? ¿O así se siente cuando Dios olvida en dónde guardó a su guerrero más formidable?
Sea lo que sea espero que el universo se esté desquitando con algún otro idiota que crea que la gelatina es mejor que el yogurt.
Lentamente siento como el caer de la pequeña cascada en dónde nos bañamos no hace mucho se va alejando. Hoy Lans tiene un trabajo especial, y es servir como mi medio de transporte porque ahora soy oficialmente un hombre inválido, un hombre que está inválido el día en que está cumpliendo la mayoría de edad por andar de boxer flojo con él novio.
Pero esto no me pasa más, lo juro por la poca fuerza que me sobra en las nalgas, Lucas, ahora eres un hombre, así que comienza a actuar como tal. ¡Sin temores y con fuerza de voluntad!
—¡Lans! —Exclamo alarmado al ver esa cosa.
—¿¡Qué!? ¿¡Qué pasa!? ¿¡Te duele el coxis!? ¿¡Demasiado!? —Responde aún más alarmado que yo —. ¡Caminaré más rápido, hay que volver a casa para curarte!
—¡Eso no, tonto! ¡Allá! —Señalo apresurado.
—¡¿Qué?! ¡¿Qué hay?! —Grita levemente mirando por todos lados.
—¡La cucaracha gigante y con un cacho enorme en ese árbol! ¡Matala antes de qué se reproduzca!
Enfoca la mirada en un árbol viejo y sin hojas hasta que logra ver lo que yo veo, para luego girar su cuello como si de un búho se tratase y mandarme al diablo cien veces seguidas, no lo dice en voz alta, pero piensa tan alto que casi quedo sordo.
—¡Lucas! ¡No puedes darle este tipo de sustos a un hombre miope y qué tiene el corazón con un pie atascado en las rejas de San Pedro! ¡Es solo un escarabajo! ¡Están por todos lados!
Oh.
—¿Ups? Creo que no eres el único ciego en este bosque, perdón.
Suspira fuertemente y reanuda el paso, más calmado... De todos modos, los seres vivos nacimos para cometer errores.
—Sí sí, pero solo porque hoy cumples años.
Recuesto mi mentón sobre su hombro y le doy tres besos seguidos en la mejilla.
—Eres él mejor, pero, ¿y tus lentes de contacto? ¿Les pasó algo?
—Están bien, me los quité para ducharme, olvidé traer mis lentes de repuesto y no puedo darme el lujo de perder alguno, estaríamos jodidos en la carretera de regreso a casa.
—¿Y el camino lo ves bien?
—Solo un poco borroso, no estoy tan ciego como parece.
—¿Sabes en qué estaba pensando justo ahora?
—¿En desayunar?
—No... Bueno sí, también, pero eso no.
—A ver cuéntame ¿En qué estabas pensando?
—Caballos.
—¿Caballos? ¿Por qué?
—¿No te parece injusto qué la gente se monte en ellos sin siquiera pensar en esos pobres animales? ¡Sus columnas deben de estar hechas polvo! ¡Trabajan muy duro!
—Bueno, tienes un punto, ahora empatizo con ellos.
—¡Sabía que estarías de acuerdo conmigo!
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Apaga las luces y enciende las estrellas
RomanceLa mayor parte de mi infancia y adolescencia la he pasado solo, sin amigos, algo que nunca me ha importado mucho, para mí: un buen libro siempre será mejor compañía que una persona. Pero nada es constante y todo cambia, ley de la vida. *** Aún no lo...