03. ¡Es una ninja!

393 233 142
                                    

08/03/2020

Ayer solo me bañé una vez, ¿será por eso que hoy tengo tan mala suerte?
Es decir, no es que una cosa tenga algo que ver con la otra pero, ¿a qué más le voy a echar la culpa de mi mal karma?

Dios, si aún me consideras tú mejor guerrero ¡Jubilame ya!, este humilde y pobre desgraciado Escudero solicita que aceptes su carta de renuncia.

Solo salí un rato a pasear y ahora estoy apunto de cruzar el puente arcoiris o viajar al otro lado del mundo secuestrado.

Pero, ¿cómo es que terminé así?

¡Ja!, pues sencillo, estaba aburrido en mi cama y pues, una cosa llevó a la otra...

Desperté y supe que iba a ser un domingo aburrido, algo qué no me gusta para nada. No tenía series que ver, libros pendientes por leer y ni un solo capítulo nuevo de algún anime nuevo en emisión se había estrenado. Así que decidí salir a dar una vuelta por los alrededores y conocer mejor el lugar. (Obviamente no fué una buena idea) La cosa está en qué de un momento a otro mi mente se perdió en algún lugar en Saturno, haciéndome perder la noción del tiempo y el espacio. Mis piernas aprovecharon el bug y caminaron por su cuenta, siendo ellas las que lideraban el paseo dirigiéndose a dónde ningún cerebro las pudiera controlar.

Aprovechadas.

Después de un tiempo de caminata comencé a sentir un enorme cansancio y mis pies dolían mucho, decidí parar en un parque aparentemente abandonado y descansar en una de las mesas de mármol evidentemente vandalizadas. Observé mis alrededores y fué cuando empecé a tener miedo.

No reconocía el lugar, nada se me hizo familiar, y el crepúsculo amenazaba con dejar salir a la noche.

Observé el reloj en mi muñeca y me dí cuenta de que llevaba por lo menos una hora caminando. Aún no entiendo como aguanté tanto tiempo haciendo una actividad física, si en el pasado hacía cinco sentadillas y me tomaba una semana de descanso.

Por otro lado, estoy que me cago en los pantalones, para mi desgracia olvidé mi teléfono en la mesita de noche.

Podría parar un taxi, si, suena fácil. ¿Cuál es el problema? Pues sencillo, no sé la puta dirección de mi casa, y soy pésimo dando explicaciones, si lo intentara, lo más probable es que acabaría en China. Si. Estoy acabado.

Y eso no es lo peor, luego de media hora sentado en el parque unos tipos me rodearon, y de una cosa estoy seguro, esto va ha acabar mal, porque tienen cara de todo, menos de ser buenas personas.

¿Dónde está Ladybug cuando se le necesita?

—Eh... perdón, no tengo dinero —¿Por qué me disculpo? Si, yo también quiero saberlo. Pero estoy tan nervioso que no sé cómo siguiera pude pronunciar cinco palabras.

No los miré a la cara, preferí dejar mi vista perdida en algún punto de la mesa, admirando el graffiti. Solo escuchar sus respiraciones de bestias hacía que una corriente eléctrica descendiera por mi espina dorsal, logrando ponerme la piel de gallina.

—Pero si puedes ayudarnos de otra forma —. Responde uno de ellos. Juntando toda la valentía que llevo dentro y decido alzar la mira hacía él dueño de esa voz profunda y severa, un tipo barbón y con una barriga muy prominente era el dueño de dichas palabras, su mirada me recordó a la de un león apunto de atacar a su presa después de haberla acechado por un tiempo.

—... No. Es decir, no sé cómo los puedo ayudar, no creo serles útil para algo, soy tan inútil que él doctor que ayudó a mi madre dar a luz dijo: 'que desperdicio de mi tiempo' cuando me vió ja, ja, ja —Normalmente no trataría de bromear, pero las tripas se me están retorciendo de los nervios y no tengo el control de mi cuerpo en estos momentos.

Apaga las luces y enciende las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora