11/03/2020
ADVERTENCIA,
contenido sensible.Nunca he sido fan de ir a la escuela, primero: porque levantarme temprano va en contra de mis principios y, segundo, porque esos lugares son la forma moderna de tortura juvenil. La inquisición moderna. Por ende, siempre me he repetido en forma de mantra que no me volveré millonario con solo pedirle un deseo a las estrellas.
En la actualidad, sigue sin emocionarme pensar que tengo que estudiar, sin embargo, la carga de este pensamiento se ha vuelto más ligera desde que tengo personas a mi lado que me ayudan a sobrellevarla.Si tuviera un poder para silenciar a la multitud en los descansos sería la gloria.
El día ha transcurrido de una forma monótona, un tanto aburrida, lo único fuera de lo normal que ha pasado hoy es ver como un tipo le hace bullying a otro. Pero como dije, esto no es común que pase, por ende, el pequeño teatro que montó él abusivo, fue efímero.Por otro lado, ayer me di cuenta de que Tamy y Cris son los estudiantes más populares en todo Merrol School. Pero lo que me sorprendió un poco fue el porqué de su fama. Resulta que son como una clase de súper genios.
Sus capacidades mentales los hacen tener el respeto del alumnado. También supe que han estado en diversos concursos intercolegiales, con escuelas de élite, y, en su mayoría, salir victoriosos. Algo que ha subido el estatus y prestigio en el instituto.
Yo solo espero que, tanto los profesores como los demás estudiantes no se creen falsas expectativas sobre mí, creyendo que soy igual de intelectual como mis dos amigos. Mi coeficiente intelectual solo se puede comparar con el de un asno, incluso apostaría que Burro de Shrek es más listo que yo.
La hora del almuerzo está a punto de acabar, espero el timbre con ansias. Me siento súper incómodo comiendo junto a los amigos de mis amigos, cada que ellos intentaron entablar una conversación conmigo siempre terminó tres frases después, lo cual me hizo todo más incómodo.
Sí, señores, este es el resultado de ser un retraído social toda tu vida, o por lo menos una gran parte de ella.
Dios parece haber escuchado mis súplicas. El timbre suena, anunciando el cierre de la hora de almuerzo.
Todos se levantan rápidamente de sus asientos y se dirigen a sus respectivos salones de clases.
«Putipijamada hoy en casa de Cris, como no vayas te corto la tercera pierna en dos y hago que te lo tragues.»
Esas fueron las últimas palabras de Tami antes de irse a su clase de química, Cris por su lado, solo sonrió y asintió. Ambos se mezclaron en la multitud desapareciendo como fantasmas.
¿Que mierda es una putipijamada? Nunca he leído un diccionario pero, estoy casi seguro de que esa palabra no hace parte de dicho libro. Ha de ser parte de su dialecto juvenil.
Ahora resulta que tengo que aprender nuevas palabras, incluso cuando hablamos el mismo idioma.
Tomo la bandeja de comida con los platos vacíos y me levanto para entregarla de vuelta. O bueno, ese era mi plan hasta que unas manos frías agarraron mi codo, impidiéndo que de paso alguno. Me doy vuelta y me encuentro con una Amaryllis sonriente y sus ojos destilando un brillo desconocido para mí.
Parece una loca desquiciada.
—Entonces vas a ir a una pijamada en casa de Cristopher Miller —. Más que una pregunta siento que es una confirmación, y, ¿por qué el repentino interés? Su comportamiento es muy sospechoso.
—Emm... si, ¿por qué? —Agacha la vista, luciendo un poco nerviosa. Suelta su agarre y juega con su cabellera rosa.
—¿Puedo ir contigo? —Su pregunta me sorprende un poco. Creí que esta chica odiaba a mis amigos, siempre se esfuma cuando los ve y aparece cuando estoy solo.
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Apaga las luces y enciende las estrellas
RomanceLa mayor parte de mi infancia y adolescencia la he pasado solo, sin amigos, algo que nunca me ha importado mucho, para mí: un buen libro siempre será mejor compañía que una persona. Pero nada es constante y todo cambia, ley de la vida. *** Aún no lo...