25. Antinatural

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24/05/2020

Que ganas de tomarme un vaso lleno de Coca-Cola para reponer toda la azúcar que se me bajó al escucharlo decir eso.

Damas y caballeros, interrumpimos la transmisión para informarles que una persona tonta la ha vuelto a cagar. Ya en serio, ¿cuánto costará un trasplante de cerebro? Me gustaría uno con pensamientos menos entrometidos y más inteligente.

Él no me está mirando, parece que sus pensamientos junto a sus ojos estuvieran perdidos en algún lugar más allá de mi imaginación. En una pesadilla que solo él conoce. En una oscuridad a la que ya está acostumbrado, que ya ha experimentado.

Quisiera poder leer su mente, o tener un poder para adivinar todo lo que pasa por su cabeza, tal vez si estuviera al tanto de ciertos temas mi compañía sería un hombro de apoyo para él.

No sé si sentirme inútil o estúpido.

Tal vez ese sea mi problema, nunca se nada.

—¡Perdón, no quise preguntar eso!, osea, si quise, pero... Mejor me callo.

Reconocer que tienes un problema es el primer paso pero, ¿y el paso dos? ¿Existirá algún manual que me lo pueda explicar paso a paso y con manzanitas? Entre más detallado mejor.

Quiero ser una mejor persona.

No solo paro no meter la pata constantemente. Desde que comencé esto que tengo con él de algún modo me he sentido inferior, en más sentidos de los que me gustaría admitir. Nunca había experimentado el amor de una forma tan cálida y cercana, lo admito, este sentimiento cada vez me cautiva más.

Pero también me asusta. Al mismo tiempo que descubrí el amor me di cuenta que venía con algo más, que no es como en las películas o como se describe en los libros. Sí, se siente como si tú vida fuera un poema de J. Wailen.
Fantaseas con un inicio bonito, con un desarrollo alentador, y, finalmente, con un fin enternecedor.

¿Pero y si se aburre de mí antes del final de nuestra historia?

Una persona es mucho más de lo que aparenta, una persona también es su pasado que constantemente está construyendo y guiando su futuro. Somos las decisiones que tomamos y reflejamos lo que hemos vivido.

Ese es mi miedo. Puede que sea ridículo. Pensar que lo que haya vivido pueda convertirse en un obstáculo para nosotros en un futuro no muy lejano.

Sé que soy egoísta, sé que solo estoy pensando en mí y en como me afectará, ¿pero qué hago? No puedo pensar en más nada. Solo en que tengo que dejar de ser yo y convertirme en alguien mejor para él, con la capacidad de afrontar problemas y dar soluciones.

Así y solo así no seré un estorbo, ni para Lans ni para nadie.

—No, mejor no te calles. Luces como si estuvieras pensando en el apocalipsis —dice, teniendo algo de razón en sus palabras.

—No es eso.

—¿Entonces qué es?

—¿Te hice sentir mal?

Preguntarlo está de más, pero de alguna forma quiero y necesito sacar esa duda tonta de mi cabeza.

—¿Luzco cómo si así fuera? Tarde o temprano iba a acabar contándotelo —confiesa, liberándome un poco de la culpa —. Siempre es difícil para mí revivir todo lo que pasé con mi madre. Pero tú jamás me harás sentir mal.

—¿Me lo juras?

—¿Te confieso algo?

—¿Qué?

—Siempre has sido para mí lo que sería la penicilina para un cuerpo contagiado por bacterias —musita, absorbiendo mi vida con su mirada.

Se levanta de mi cama y se arrodilla a mis pies, abrazándolos. Siento como mi corazón comienza a latir más fuerte y la manera descontrolada en la que bombea la sangre a todo mi cuerpo, calentandome, generandome más necesidad por su tacto. Bajo hasta llegar a su altura y también lo abrazo, sintiendo como encajan mis brazos con los suyos. Como mi mirada se refleja en la suya. Cómo un par de lágrimas se deslizan por sus mejillas y la rapidez en la que las limpio. La forma en la que sus labios se abren y atraen a los míos.

Apaga las luces y enciende las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora