26. Fugaz como una estrella

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11/07/2020

"Esto queda entre nosotros", fue lo primero que dijo cuando despertó, ni siquiera un "gracias" por mi apoyo emocional. Tampoco es como si lo hubiera hecho solo para recibir su gratitud a cambio, pero son detalles que se notan. Aunque bueno, ¿quién soy yo para juzgar?

Ahora tenía algo nuevo en que pensar. Él le dijo a su padre sobre nuestra relación, y yo ni siquiera me acordaba que tenía madre, ¿será qué también le debo decir? Se supone que para un adolescente normal hablar esto con sus padres es algo tan cotidiano como comentar que mamá otra vez dejó los huevos salados, sin embargo, nunca había tocado ese tipo de tema íntimo con Lucy antes. De solo pensarlo siento un vértigo terrible en la barriga, no sé si es miedo o una posible diarrea.

¿Y si me odia?

La conozco más de lo que me conozco a mi mismo, no sostiene sus palabras y así como dice una cosa dice la otra. Lo mismo pasa con sus emociones, son igual que las estaciones, cambian todo el tiempo; el otro día me dijo que la señora de la farmacia le había dicho una grosería y ella le devolvió tres, luego a los días viene y me dice que le lleve una rueda del queso casero que ella prepara "somos adultos y resolvemos los problemas como tal". Sin recordar que ese mismo problema empezó por una palabra.

A veces creo que las personas mayores de 30 se vuelven bipolares.

¿Y si quiere nietos?

Pues que adopte un gato. Sea cual sea mi pareja sentimental jamás tendré un hijo.

Creo que eso es todo lo que me preocupa, la opinión de Peter me da igual. Repasando todo esto, lo más probable es que no me vaya tan mal. Creo.

Oscilando entre un pensamiento y el otro, reacciono cuando siento que mi celular vibra..., ya había olvidado que este aparato también se usa para esas cosas.

—Amy. Hola —. Siento que ha pasado un año desde la última vez que ese nombre salió de mis labios.

—[Lucas..., ha sido un tiempo.] —Ya había olvidado ese tono rudo características de ella.

—Sí, eso pensé —odio hablar por teléfono. Es la práctica más incómoda posible de comunicación.

—[¿Cómo has estado? Espero que peor que yo.]

—Si te consuela, entonces sí. Pasé prácticamente todas las vacaciones castigado. ¡En mi habitación! —Han sido las mejores vacaciones de mi vida.

—[Ahora estoy confundida, ¿eso no sería una bendición para ti?]

Este año ha sido el mejor.

—No lo sé, tenía ganas de salir con los chicos y hacer cosas alocadas.

Aunque eso no es mentira.

—[A ver, ¿cómo cuáles?]

Mhm, ¿cómo cuáles? No lo había pensado detenidamente antes.

—¿Patear un bote de basura? —¿Eso es ilegal?

—[¿Y ayudar a una anciana a cruzar la calle tal vez? Ten cuidado, no te pases de alocado] —su tono sarcástico es obvio. Rio entendiendo su punto.

—Oye, no te metas conmigo. Mira que en cualquier momento puedo volverme alocado y desengrasar la cadena de tu bici. —Ambos reímos por lo bajo, y entonces la escucho soltar un suspiro.

Largo y pesado como un día de escuela.

—[Voy a extrañar esto.] —Comenta de repente.

—¿A qué te refieres? —Pregunto rápidamente.

Apaga las luces y enciende las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora