Aclaraciones

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Lo senté en la silla de mi escritorio para mostrarle el vídeo de su padre. Fíjate que no pensé que algo de Octavio me beneficiaría, pero al menos mi hijo ahora sabe la verdad de las cosas. Me dolió mucho verlo llorar, pero mucho más, escucharlo pedir perdón y abrazarme tan fuerte. Por más herida que me sienta, en mi corazón no hay espacio para rencores, después de todo; mi hijo es lo único que tengo y lo amo con toda mi alma. Me sentía feliz sabiendo que, al menos me creyó y se dio cuenta de su error.

—Tú eres lo único que tengo, mi amor. Sé que he cometido muchos errores como madre, pero te juro que daré lo mejor de mí para que nuestra relación no vuelva a verse afectada por nada ni por nadie. No voy a pedirte que te alejes de tu abuela, porque sé que la amas, pero no permitas que vuelva a llenarte la cabeza de ideas erróneas. Todo lo que quieras saber, solo pregúntame directamente y te responderé con total honestidad. ¿De acuerdo? 

Asintió con la cabeza y sequé sus lágrimas.

—¿Fue tu abuela quién te contó sobre mi trabajo?

—Sí, mamá.

—Todo esto que ves aquí, lo logré con el sudor de mi frente, porque no creas que tu padre o tu abuela invirtió un solo centavo. Todo lo contrario, tu padre y tu abuela se avergonzaban de mí, hasta me llamaban indecente y sinvergüenza. Me enfrenté a muchas vicisitudes en el proceso. Es irónico, porque si fuera un hombre quien manejara este negocio, nadie lo juzgaría, pero al ser una mujer, todos te ponen una etiqueta en la frente y te juzgan como si fuera una aberración. Si decidí ocultar lo que hacía, no creas que fue por ellos o por vergüenza, lo hice más bien por ti. No quería que tuvieras que enfrentarte a disgustos en el colegio. Existen muchas personas malas, que se aprovechan del mal ajeno para hacer daño.

Los recuerdos de Aurelio se cruzaron por mi cabeza y suspiré profundamente.

—Yo fui una de ellas. Y no siento orgullo en lo absoluto.

—¿A qué te refieres con que fuiste una de ellas, mamá? ¿Qué hacías?

—No hablemos de eso, mi amor.

—¿Por qué?

—Porque no es importante.

—Por cierto, abuela tiene muchos videos tuyos.

—¿Videos?

—Sí. Saliendo con un hombre.

—¿Y te mostró eso? Vieja sucia…

La hierba mala nunca muere, ¿eh? Tan mayor que está y sigue metiéndose en lo que no le importa.

—Mi amor, no voy a mentirte, sí he estado viéndome con algunos hombres, sería muy descarado de mi parte no admitirlo, pero quiero que entiendas que lo que haga con mi vida, es algo muy mío. Jamás voy a involucrarte con esas insignificantes aventuras.

—¿Qué quieres decir con eso, mamá? Pensé que estabas buscando un reemplazo para papá.

—¿Reemplazo? ¿A qué te refieres?

—A una relación. Algo serio. En esos videos apareces con el mismo hombre. Pensé que estaban saliendo.

—Verás, te diré las cosas como son. A estas alturas, no estoy interesada en que tengas un padrastro.

Venganza Silenciosa [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora