Una cita

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En sus labios se dibujó una media sonrisa.

—Muy bien.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Todavía me cuesta creer lo que acabo de escuchar de ti. Hasta que al fin admites que te equivocaste y me alegro por ti, pero eso no es suficiente para mí.

—¿Y qué sería suficiente para ti?

—Si todo lo que acabas de decir es cierto, entonces demuéstralo.

—¿Cómo?

—Tengamos una cita, pero no cualquier cita; una de esas que tienen las parejas comunes y corrientes. Y no, no hablo de esas citas de ir a un restaurante y luego al hotel, hablo de una que no involucre el sexo en lo absoluto. Sé que odias el romanticismo, las citas y todo lo que involucre una relación o algo serio, así que, ¿qué mejor prueba para ti que esta?

¿Una cita? Mi mente se fue en blanco por completo. No tengo recolección de haber tenido una cita de esas alguna vez. 

—Nunca he tenido una cita de esas.

—Yo tampoco. Depende de lo que suceda ese día entre los dos, decidiré si realmente vale la pena continuar con esto. 

¿Continuar con esto? ¿Está dejando abierta una posibilidad?

—¿Y si no funciona?

—Entonces tú te irás por tu camino y yo por el mío. Te diré las cosas como son, Altagracia. Tú no buscas un compromiso, solo pasar el rato, y el sexo es algo que para mí se ha ido a un segundo plano. Si quieres que permanezca en tu vida, deberás entender que no estoy interesado en más juegos ni aventuras. No quiero seguir teniendo sexo ocasional o cuando a ti se te dé la gana. Si vamos a tener sexo, será porque estemos saliendo formalmente. Si no estás dispuesta a tomar las cosas en serio y decides continuar con esa vida loca que has llevado hasta ahora, pasando de cama en cama, y de boca en boca, entonces no hay nada más de qué hablar.

—¿Un compromiso?

—Sí. Lo tomas o lo dejas. Ten presente que lo que decidas, definirá si habrá puntos suspensivos o un punto final en lo nuestro.

Se ve muy serio al respecto. No hay espacio para vacilar con algo así. Yo sí entiendo lo que quiere y busca, pero tengo temor; temor de que vuelva a embarrarla con él y las cosas se terminen por completo. No tengo idea de cómo es una cita romántica, o de cómo la visualiza él.

—¿Por qué piensas tanto en darme una respuesta? ¿No estabas segura hace un momento de que soy importante para ti y, al parecer, también te gusto? Esta sería la oportunidad perfecta para conocernos más a fondo y determinar si hay química y conexión entre los dos fuera de la cama. ¿Acaso no quieres conocer más de mí?

—Sí a todo.

—¿Qué es todo?

Estoy segura de que me estaba poniendo a prueba nuevamente con esa pregunta, por eso no dudé en responderle las cosas como son. 

—Sí, tengamos esa cita los dos.

Aunque estoy llena de inseguridades, dentro de todo, lo único claro que tengo son las intenciones y el deseo de arreglar las cosas entre los dos.

Venganza Silenciosa [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora