Me encontraba en sus brazos, envuelta en un remolino de sensaciones y emociones. Nuestros cuerpos aún se entrelazaban, en una danza íntima y pasional que ha aclarado todos mis sentimientos hacia él. Me ha quedado claro que lo que siento hacia este hombre va mucho más allá del placer que me brindan sus manos y su simple contacto. Cierro los ojos, saboreando la dulzura de este momento compartido entre los dos.
La habitación estaba impregnada de una atmósfera de intimidad y complicidad, donde nuestras almas se entendían sin palabras. Él acarició mi rostro con suavidad, sus ojos reflejaban serenidad. Al verme reflejada en ellos, sentí que todos mis miedos se desvanecieron.
Decía que jamás iba a enamorarme, que el amor no se hizo para mí, pero esos ojos que me observan con tanta intensidad y cariño, me hacen caer fácilmente bajo su dulce encanto y me demuestran lo equivocada que estuve por todo este tiempo.
Mis ojos lo siguen con asombro mientras observaba cómo sacaba algo del cajón de la mesita de noche. El brillo de una caja pequeña captura mi atención, y mi corazón comienza a latir con fuerza.
—Aurelio, ¿qué haces? —me puse nerviosa, pues nunca me habían pedido matrimonio de esa forma.
Con Octavio todo fue totalmente distinto. No hubieron emociones gratas o que valgan la pena recordar. El anillo que llevé durante todos esos años, lo cargaba como unas cadenas invisibles que me ataban a ese hombre que jamás amé. Ahora era algo totalmente distinto, porque estaba recibiendo un anillo de alguien importante, de alguien que me había enamorado profundamente.
—Ya sé que le tienes miedo al compromiso, pero este es el verdadero compromiso que quiero contigo, Altagracia. Una vez te lo dije, y te lo recalco; contigo quiero todo. Quisiera que nos diéramos una oportunidad para amarnos. Eres la única mujer con la que quiero unir mi vida— sus ojos brillaban con determinación y sinceridad—. Quiero que sepas que mi amor por ti va más allá de nuestra relación como pareja y la intimidad. Es aquí donde entra Francisco también. Quiero ganarme su confianza, su aprecio y cariño. Quiero comprometerme y asumir la responsabilidad de ser la figura paterna que merece, todo esto si tú me das la oportunidad.
Sus palabras llenaron mi corazón de una alegría abrumadora. Él ha decidido comprometerse no solo conmigo, sino también con mi hijo. Sus acciones y sus palabras demuestran que está dispuesto a asumir ese papel de padre, a brindarle ese amor, apoyo y protección que nunca tuvo por parte de Octavio.
Mis lágrimas caen libremente, una mezcla de felicidad y emoción abrumadora arropa mi corazón. No puedo contener la emoción por haber encontrado a alguien tan especial como él, alguien que ha sido capaz de derribar las barreras que construí alrededor de mi corazón.
—Quiero que aceptes este anillo como símbolo de nuestro compromiso, no solo como pareja, sino también como una familia. Será un recordatorio constante de mi amor y dedicación hacia ti y hacia él.
—Sí, por supuesto que sí— le respondí en un susurro emocionado, lleno de amor y valentía.
Por primera vez estaba siendo honesta y abriendo mi corazón sin temor alguno, sin que me quedara nada por dentro.
Me incliné hacia él y nuestros labios se encontraron en un beso cargado de promesas y compromiso. En ese instante, sé que mis miedos han sido reemplazados por la seguridad de su amor, y juntos construiremos un futuro lleno de felicidad y amor eterno.
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Venganza Silenciosa [✓]
RomanceAltagracia ha cargado en silencio con la infidelidad e indiferencia de su esposo Octavio. A través de los años ha aprendido a disfrazar su infelicidad y a reprimir sus más anhelantes deseos por su hijo Francisco. Al haberse convertido en una joven...