Me tomó unos instantes reaccionar, pero cuando lo hice, fui detrás de ellos. ¿Acaso ellos se conocen? ¿En qué momento?
—¿Qué está pasando aquí? ¡Exijo una explicación en este momento!
Ambos me miraron, principalmente Aurelio.
—¿No van a hablar?
Mi hijo se fue a mi lado, entrelazando su brazo con el mío.
—Este tipo te quiere poner en mi contra, mamá. No le creas nada de lo que diga.
—¿Tú no tienes nada que decir? — le pregunté a Aurelio.
—Él no, pero yo sí.
Escuché la voz de mi suegra detrás de mí y la vi caminando con dificultad y con ayuda de un bastón.
—Abuela, ¿qué haces aquí? — mi hijo se veía muy asustado con su presencia, nunca lo había visto así.
—¿Qué está ocurriendo aquí?
—¡Esto que está ocurriendo es tu culpa, Altagracia! Tu hijo se ha descarrilado. ¡Está enfermo!
—¿Enfermo?
—¿Por qué todos se empeñan en arruinar nuestro viaje? ¡Larguénse de aquí! — gritó mi hijo.
—Si continúas con este comportamiento , tendré que tomar medidas, niño. Si realmente quieres a tu mamá, entonces haz las cosas bien y todo saldrá bien —le advirtió Aurelio.
—¿Podría alguien decirme qué está ocurriendo aquí? Estoy a punto de un colapso.
—Llévate a mi nieto, por favor. Quiero estar a solas con Altagracia.
Mi hijo no quería despegarse de mí, pero Aurelio usó su fuerza para llevárselo casi arrastrado.
—¿Aquí todos se han vuelto locos o qué?
—Mi nieto no está bien.
—Eso has estado diciendo desde que llegaste. ¿Qué sucede con mi hijo?
—Hace tres días encontré su diario y lo que leí me dejó los vellos de punta. Lleva escribiendo en ese diario por alrededor de tres años, según las fechas.
—¿Qué leíste?
—Escribió muchas cosas horribles en él, pero lo más traumante lo encontré en su ordenador. Encontré muchos videos tuyos y grabaciones donde hablaba con sus amigos. Francisco les decía que se alegraba de que Octavio hubiera muerto, que ahora solo faltaba el policía para que ustedes volvieran a estar juntos. En el diario tiene escrita toda la información de ese tal Aurelio y de cómo lo iba a sacar del camino, de ahí pude ponerme en contacto con él para que diera contigo lo más pronto posible. Sin su ayuda, no hubiéramos podido dar contigo, pues tu teléfono estaba apagado. Pensamos lo peor. Tomamos el último vuelo de la tarde para venir, pero hubo muchos contratiempos. Altagracia, su computadora está repleta de relatos eróticos sobre ti. Sus amigos mismos lo estaban motivando a que tomara la iniciativa.
—Él me dijo que habías sido tú quien tomó esos videos.
—Eso no es cierto. Yo misma los encontré en su computadora y por esa misma razón lo enfrenté ayer, cuando fue a recoger sus cosas y me lo confesó todo. Él fue quien le enseñó esos videos a Octavio e intentó convencerlo de terminar contigo, pero Octavio decidió continuar la relación. Francisco no está bien, Altagracia. Si no lo detenemos ahora, puede cometer una locura. Él había estado actuando de lo más normal, no sé qué le ocurrió tan de repente.
ESTÁS LEYENDO
Venganza Silenciosa [✓]
RomanceAltagracia ha cargado en silencio con la infidelidad e indiferencia de su esposo Octavio. A través de los años ha aprendido a disfrazar su infelicidad y a reprimir sus más anhelantes deseos por su hijo Francisco. Al haberse convertido en una joven...