CAPÍTULO 10. Enredados

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Jaden.

Nicole deja un beso en mis labios y sonrío, pasando una mano por sus muslos desnudos y cerrando mis ojos después. La casa se ha quedado sola, porque Tony ha decidido irse con Marie y Danielle a comprar un par de cosas que necesitaba, y entonces he aprovechado la ausencia de todo el mundo para acabar con esas ganas que tenía desde que he visto a Nicole, de una buena sesión de sexo.

Llevo desde que llegué aquí, sin hacer nada, y no es porque no haya tenido oportunidad, si no porque simplemente no me ha apetecido.

Agarro el móvil mientras mi amiga continúa besando mi cuello y frunzo mis labios, esperando ver si cierta persona, responde mi mensaje. Siendo sincero, no sé porque he hecho lo que he hecho cuando no la quiero cerca, pero me ha dado pena verla en la situación de antes, y me ha parecido una muy buena acción invitarla para que así no se sienta tan fuera de lugar.

Aunque crea en el fondo que se lo merece.

—Vamos a seguir, por favor —Nicole gruñe, moviéndose sobre mis caderas —Me he quedado con ganas de más.

Levanto una ceja, mirándola de arriba a abajo y con una sonrisa pícara danzando en mis labios —Mis padres pueden venir en cualquier momento.

—No mientas —me besa —Me has dicho antes que cenaban fuera.

Que pesada se pone cuando quiere toda mi atención.

Me incorporo con el móvil en la mano y apartándola de encima, y continúo a lo mío mientras sé que mi mejor amiga se ha molestado, pero me da igual, ahora no me apetece seguir.

—Si lo llego a saber, no vengo —bufa, levantándose de mala gana —Ha sido acabar de follar y ponerte con el jodido móvil.

Levanto la mirada del teléfono, apoyándome sobre la pared para colocarme el pantalón con la mano que me queda libre —¿Ya empiezas con el roll de novia tóxica? ¿Has venido únicamente a usarme o a tratarme como un objeto sexual?

Comienza a ponerse su ropa también y la oigo reír, seguramente sin una pizca de gracia —Ya está Jaden en modo capullo.

—Mm.

Estoy tan distraido y pendiente al chat de mi ex novia, que ni siquiera me doy cuenta cuando Nicole se acerca y me quita el móvil de las manos, para correr hacia la otra punta de la habitación sin hacerme ninguna gracia.

Chasqueo mi lengua, persiguiéndola de aquí para allá porque por lo visto quiere jugar.

—Dame el móvil —alargo mi mano, frenando frente a mi cama, que ahora es la que nos separa.

Mi amiga sonríe —Quiero saber que te tiene tan distraído, Jad ¿a que tienes miedo?

—A nada. Dame el móvil, Nicole.

Niega, frunciendo sus labios —No me apetece.

Entrecierro mis ojos, acercándome con cuidado mientras ella retrocede —¿Vas a respetar mi intimidad por una jodida vez en tu vida?

—Hablas como si fuera una loca que te controla todo el día.

Ladeo mi cabeza —Te estás comportando como tal —señalo el aparato que tiene en sus manos —Trae.

Vuelve a ignorarme, esta vez mirando la pantalla y cambiando el semblante cuando parece ver algo que no le gusta. No sé si lo que acaba de hacer es un juego de los suyos o usa esa excusa para controlarme, pero estoy demasiado furioso con esta mierda que ha hecho.

Me mira —¿Enserio, Jaden? ¿Star?

Mierda.

Me encojo de hombros, haciéndome el desinteresado —¿Que pasa? Tú antes has dicho que quería que viniese.

¿A donde vamos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora