¿A donde vamos?

CAPÍTULO 3. NO ES LO QUE PARECE

Jaden.

—¿Y si nuestros caminos no se vuelven a cruzar?

—Tendrás que dejarla ir.

Niego —Pero es que yo no quiero dejarla ir.

La Morena suspira —A veces es mejor dejar ir, Jaden.

Lamo mis labios y observo a mamá tras la pantalla, con sus gafas puestas y rodeada de papeles. Ella y papá están de viaje de negocios porque van a dar un paso grande en sus carreras del cual aún no nos han dado información, pero ella siempre tiene un ratito para hablar con nosotros tres.

—Pero estoy segura que será algo pasajero, cariño. Star y tú estáis hechos el uno para el otro.

Asiento, no muy convencido de eso —Lo que no quiero es que tardemos mucho más en estar juntos. Llevamos un año durísimo. ¿Y si nos pasa como os pasó a papá y a tí, o a los tíos?

—Jaden, no seríais capaces de cometer el mismo error, no me seas pesimista.

—Soy realista, mamá, que es diferente.

—Eres un poco incordio, hijo mío, y me encanta hablar contigo, pero tengo dos hijas más que también me reclaman, así que...

—¿Vas a colgar ya?

Mi madre suspira —Jaden, llevamos hora y media hablando, estás en Chicago ¿no tienes algo mejor que hacer?

—No. Al final Gin y Noah no han podido venir, y Trace se ha llevado a Bianca una semana de vacaciones a Boston.

—¿Se puede saber porque no has ido tú también?

—Pues porque tengo cosas que hacer con el abuelo, Lana. Cenas, fiestas... —chasqueo mi lengua —A ver si este mundo me motiva un poco, últimamente no estoy muy puesto.

Mamá me mira algo preocupada y acaba suspirando, pasando después una mano por su pelo —Pon la cabeza en otra cosa que no sea Star, Jaden, tienes que encaminar tu vida, y últimamente estás demasiado disperso.

—Soy el primero que lo sabe.

—Pues ya sabes lo que tienes que hacer—lame sus labios —Tengo que irme, os llamaré mañana para contaros algo importante que tenemos papá y yo entre manos.

—¿Me das una pista?

—Come y duerme lo suficiente, tu abuela me lo cuenta todo. Te quiero, Vaquero.

Ni siquiera me puedo despedir porque cuelga al instante, y cierro mis ojos porque ahora no sé qué hacer, me aburro, me quiero volver a Nueva York y encerrarme en mi habitación con un kilo de patatas fritas.

El gym...

Eso otra cosa que he dejado de lado por la vida sedentaria y aburrida.

Últimamente nada me viene bien. Quiero hacer miles de cosas, y tengo oportunidad de hacerlas, pero mi cabeza solo está puesta en una sola, y eso hace que se me quite las ganas de todo.

Debo plantearme avanzar, si no, mal vamos.

Después de un rato de pensamientos varios y algunos que otros videos de Tiktok, un suspiro pesado sale de mis labios y me incorporo, moviéndome hacia fuera para ir a ver a mis abuelos. Ahora me estoy quedando a dormir con mi abuela Barby para que no esté sola, y me he dado cuenta que no pasa absolutamente nada de tiempo aquí, siempre está fuera.

Al final me voy a acabar mudando a la casa de al lado.

Salgo pensando en mi cosas y rodeo el jardín de los Dawson para llegar al de los Miller, donde veo a la abuela Eli sentada en el porche, haciendo unas cosas raras con las manos.