CAPÍTULO 5. LA IGNORANCIA

311 24 2
                                    

Jaden.

Star aprieta mi mano, como si eso fuese a valer de algo. Pero no, no vale de nada, no vale para calmar esta furia que está arrasando en mi interior como si fuese el mismo fuego del infierno, y es que me parece perfecto que mis padres hayan dado ese paso, pero ¿meternos a nosotros tres?

Yo no tengo ni idea lo que va a ser de mi vida, pero me encantaría tener el poder de elegirlo yo mismo, y que mis padres no hayan pensando en eso y ya nos hayan cargado con la responsabilidad de tener acciones en una empresa...

Me parece desproporcionado.

Los quiero con toda mi alma, pero esto no lo están gestionando bien.

Marie lame sus labios, y aún en su aturdimiento, habla —¿Me estás diciendo que voy a tener que trabajar en la empresa?

Danielle la mira, horrorizada —¿Eh?

Mi padre se ríe —No, niñas, solo hay acciones a vuestro nombre. Ganancias que recibiréis de la empresa familiar, pero todo será gestionado por gente de confianza hasta que vosotros decidáis que hacer con vuestro dinero.

—¿Esto sería algo como lo que recibimos de la revista de los Bisa y la embajada?

—Exacto, mi vida —apunta la Morena —Esto lo hemos hecho más bien por cubriros la espalda en un futuro. Nunca os va a faltar nada, pero hemos preferido ser precavidos.

—Somos mayores de edad —apunto, lo más serio que puedo —¿No crees que deberíais habernos consultado esto a nosotros antes de hacer nada?

Por supuesto Lana nota mi malestar, y frunce el ceño como si no comprendiera que lo que han hecho, ha sido un auténtica locura.

—Jaden, esto no significa más que...

—Me da igual lo que signifique —interrumpo —Habéis hecho algo en nuestro nombre, sin consultarlo, sin saber si yo o mis hermanas queríamos realmente esto.

—Es como si fuese vuestra jodida herencia, desagradecido —Papá habla, notablemente molesto —Puedes tener la edad que te de la gana tener, pero nosotros vamos a seguir siendo tus padres, nos vamos a seguir preocupando por tí, y si nos da la gana aseguraros un futuro a tí y a tus hermanas, lo hacemos, porque yo me vi en la mierda cuando tuve que empezar de cero en Nueva York y sin ayuda de nadie.

Niego —A tí te ayudó tu abuela, papá.

—¿Y crees que fue suficiente? —frunce el ceño —¿Crees que no tuve que trabajar duro para mantener la casa que tenemos ahora?

—Yo acepto lo que habéis hecho —apunta Danielle —Solo habéis pensado en nuestra economía y planes de futuro.

—Mamá trabajó de camarera porque literalmente no quería recibir ayuda de sus padres —digo —Y ahora vosotros...

—A veces hay que dejar de
ser tan cabezota y dejarse ayudar —Lana interrumpe, muy seria —Sabemos perfectamente que sois capaces de todo, y sabemos también hasta dónde podéis llegar, pero ¿sabes que pasa, Jaden? Que somos tus padres, y que si, yo no quise recibir ayuda de los míos, pero si la necesité, lo que pasa que no supe verlo porque pensaba que yo sola podía con todo, y a veces no se puede solo con todo

Miro a mi madre que se cruza de brazos y trago grueso. Sé en el fondo que tener acciones en la empresa, siendo dueños nuestros padres, no debería ser un problema, pero es que odio imaginar que todo esto lo han hecho para marcarme un camino.

Jaden, ¿y tus hermanas?

Si, es cierto. Marie está estudiando medicina y Danielle seguramente deje la psicología para dedicarse al fútbol, dudo que hayan metido a mis hermanas en esto si solo lo hubiesen hecho para tentarme.

¿A donde vamos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora