¿A donde vamos?

CAPÍTULO 14. HA LLEGADO A SU DESTINO (FIN)

Star.

"Esto empezó con las ramas de los árboles mecidas por el viento, una falsa traición, y el deseo de dos almas que se enredaron sin pensar en las consecuencias que traería un amor desesperado.

El olor a café después de una mañana perdida en la cama, la luz que entra por su ventana al atardecer, los regalos a mi gata Moon por su cumpleaños, las canciones dedicadas y compuestas, cantadas a piano, las sonrisas ladeadas junto al mar inmenso de sus ojos...

Escribir para no llorar, marchar para olvidar, respirar para seguir..."

Observo el texto que acabo de escribir y tomo una respiración profunda, mientras vuelvo a la realidad, y el caos de Nueva York me vuelve a absorber. Admito que me gusta perderme entre las líneas que salen de mi cabeza, pero ahora solo quiero disfrutar de las últimas horas aquí, en mi ciudad, mi mundo...

No voy a hablar de como me siento porque ni yo misma lo sé, lo único que tengo claro es que aún estoy recogiendo los pedazos de mi corazón e intentando reconstruirlo con un mínimo de sentido, aunque me esté costando la existencia.

Duele, arde, mata, el hecho de que el amor de mi vida y yo estemos tan lejos, que no funcionemos y hayamos creído que si, que la historia se haya invertido pero que él sí me haya engañado, me haya ocultado algo que si me lo hubiera dicho de primeras, hubiésemos podido solucionar.

Ahora todo este desastre es incontrolable, y por eso la única solución es partir, alejarme y dejar mi antigua vida para empezar de nuevo lejos de alguien al que amo, pero me hace mal. La decisión no la tomé de un día para otro, pero si barajaba la posibilidad desde aquella noche.

Aquella maldita noche.

Mis padres no saben nada del porqué ya no estamos juntos, y he intentado que Víctor no piense cosas horribles de Jaden porque sabemos como es mi padre, pero no entienden porque he sido tan radical en mi decisión si lo único que les he dicho es que "Jaden y yo no funcionamos".

No sé, no es tan descabellado después de todo.

Deberían pensar que si no estamos hechos el uno para el otro y a mí eso me afecta, me quiera alejar para olvidarme de él. Pero es que mis padres no son tontos, y saben que detrás de todo, hay una razón con mucho más peso.

Tendrán que vivir con la duda.

—¡Vaquero, ven aquí! —Oigo a Sam gritar a lo lejos y miro hacia donde viene, con una gran sonrisa cuando veo a Danielle junto a él recogiendo un regalo que acaba de dejar Vaquero a la entrada del parque.

He quedado en mi sitio de confianza con mis amigos, para despedirme. No quiero hacer las cosas a lo grande, y aprovechando que en unas horas me voy y no voy a tener tiempo de pasarme a ver a todos, los he citado en mi columpio favorito para decir adiós.

Las gemelas no se tomaron muy bien mi decisión, Danielle incluso estuvo un día y medio sin hablarme, hasta que entendió que era lo mejor para mí y se enteró que ella también va a empezar una vida lejos de aquí, y que aunque vaya a haber distancia de por medio, las dos vamos a vivir en el mismo continente.

Y estoy segura que nos vamos a dejar la pasta en ir a vernos una a la otra.

Marie por otro lado me entendió a la primera, me aconsejó los caminos que debía tomar para el duelo, y me contuvo todo lo que el resto no pudo.

Ya sabréis porqué.

—Es muy mono, pero recoger su popó ya no es tan gracioso —mi mejor amiga hace una mueca y Sam se ríe, mientras se acerca a saludarme.