CAPÍTULO 26. Idas y vueltas

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Star.

Me encantaría poder besarlo, que esta escena fuese épica como la típica de los libros en las que los protagonistas acaban siendo felices desde el punto en el que ya todo parece ir bien encaminado, pero creo que todavía nos encontramos en el nudo de la novela, y tenemos que oír lo que nuestros padres piensan al respecto sobre todo esto.

Cierro mis ojos mordiendo mi labio también y mi Vaquero besa mi frente, antes de poner su brazo sobre mis hombros. Nadie aún ha dicho nada, pero siento que papá o Marie, van a saltar en cualquier momento.

Agarro la mano de Jad y acomodo mi cabeza en su pecho, sintiendo como late su corazón.

-¿No pensáis decir nada? -dice -Prefiero que digáis que estoy loco antes que este silencio.

El tío Lucas aclara su garganta, mirando a su mujer -No sé, hijo, es demasiada información para asimilar.

-¿Cómo que se quiere ir a vivir con Star? -el hilo de voz de mi padre a penas se entiende, y niego mientras oigo a Tommy y mamá reír.

-Yo me alegro que te pienses las cosas dos veces -mi madre habla y la miramos -Está bien que barajes más posibilidades, que pruebes y que acabes eligiendo lo que sientes que es mejor para ti -mira a su mejor amiga -Un año para decidirte está muy bien.

Jad sonríe -Gracias, Madrina.

Lo oigo suspirar y me incorporo, para ver con facilidad como mira y espera la reacción de su madre, la que por cierto no parece muy contenta pero tampoco enfadada.

-Mamá... -mi chico vuelve a hablar -Necesito saber que piensas tú de todo esto.

Lana mira a Jaden fijamente y ahí se queda unos minutos, mientras yo siento como la incomodidad se empieza a apoderar del ambiente.

Marie está tarareando una canción que no conozco para así rebajar lo tenso que está resultando el momento, pero no está ayudando mucho.

Mi tía suspira pesadamente y muerdo mi labio, apretando la mano de Jad -No sabes... -niega -Las ganas que tenía de que llegase este momento.

¿Perdón?

Frunzo el ceño al igual que el Vaquero y este se acomoda en su asiento, negando ante lo que le acaba de decir su madre.

-No entiendo que...

-Necesitaba que te dieses cuenta de esto -la tía sonríe, alargando su brazo para tocar la mano de su hijo -Me estresaba pensar que tuvieses que pasar por algo como Object siendo aún tan joven.

Tío Lucas levanta su mano -Yo pude.

-Tú pudiste porque querías distraerte para no pensar en la Morena, Vaquero -mi padre habla y Lucas lo mira con desaprobación, rodando sus ojos después.

-A mí me da igual que hagas música, ingeniería o arte Dramático, me da igual -Lana ladea su cabeza -Lo que quiero es que seas feliz y elijas bien tu camino, y eso solo depende de tí.

Eso me hace sonreír, y no me hace falta verle la cara a Jaden para saber lo feliz que está con la aprobación de su madre, porque sí, él va a hacer lo que le de la gana, pero que Lana lo entienda, hace que las cosas sean mucho más fáciles.

El mini Vaquero respira tranquilo y lleva una mano a su pecho, quitándose un peso de encima -No sabéis lo que me ha costado dar el paso.

-Eso no significa que te precipites. Analiza la dificultad de cada mundo -apunta Lucas -La música tampoco es un camino de rosas.

Jad asiente -Soy consciente, papá. De todas formas no tengo nada claro aún.

-¿Entonces mi hermano cumplirá el sueño de mamá? -Marie muerde su labio, emocionada.

¿A donde vamos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora