CAPÍTULO 15. Las malas intenciones

771 59 3
                                    

Jaden.

Gruño balbuceando algo que ni yo mismo entiendo y dejo escapar todo el aire por la nariz, abrazando a la persona que duerme a mi lado y escondiendo mi cara entre su pelo. No sé ni que hora será ni donde estoy, pero mi móvil no ha dejado de sonar y ya no puedo ignorarlo más porque si no acabará en corto circuito.

Abro mis ojos con pesadez, apartando su pelo rubio de mi cara y sonriendo después al ver en la posición en la que estamos, en su habitación, desnudos, con las luces de las lámparas encendidas aunque ya es de día.

Me parecía tan irreal volver a vivir esto, que ni siquiera me creo estar así. Aún me cuesta entender que anoche el amor de mi vida y yo, arregláramos nuestras jodidas heridas con el mejor sexo que jamás he tenido nunca, después por supuesto de una conversación reveladora. Ahora sé que las cosas no irán como quiero, pero irán al fin y al cabo.

Me incorporo apoyando el codo en la cama y miro a Star, que está profundamente dormida. No puedo creer la belleza que maneja la hija de mi madrina hasta estando dormida.

Es increíble.

Aparto el pelo de su cara, besando su mejilla repetidas veces y con delicadeza, y paseando también la mente por lo que pasó anoche, que si no me ando con ojo, me vuelve a poner a cien.

Me coloco el preservativo rápidamente y dejo mis  antebrazos reposar a la altura de su cabeza —Voy a entrar —susurro.

Asiente, perdida en mis ojos —Está bien.

—¿Quieres que te toque antes?

—Estoy lo suficientemente preparada —lame sus labios —Hazlo ya, Vaquero, me muero por sentirte de nuevo dentro.

Sonrío, acariciando su pelo y besando su cara, y cuando menos se lo espera, entro en ella y muerdo mi labio al verla arquear su cuerpo, sentirme dentro, abriendo  mi boca y agarrando después  las sábanas por el placer que me ha provocado el primer contacto.

Hacía tiempo que necesitaba esto.

Me muevo, a veces lento, otras veces más rápido, y estoy deseando que ella sea la que tome partido y lleve el mando, pero no puedo, no puedo dejar de ver como su cuerpo reacciona a mis embestidas.

—No recordaba lo increíble que es hacer esto estando enamorado — muerdo su labio y sonrío.

—Hablas como si hiciera una eternidad de nuestra última vez —jadea, me besa, voltea sus ojos...

Gruño, cuando gemidos salen de su garganta —Hace bastante, Star, para mí ha sido demasiado.

—Pero no has perdido el tiempo.

La beso —No es lo mismo follar enamorado, que sexo sin sentimientos, ya te lo he dicho.

Freno cuando ella pone una mano en mi nuca y se incorpora, y la miro, observando como mira mis labios con una sonrisa nerviosa en su rostro —Te echo de menos.

Tira de mi labio inferior con sus dientes, paseando su mano por mi abdomen hasta llegar a esa parte sensible de nosotros y agarrar mi miembro con fuerza para sacarlo lentamente, mientas abrimos nuestras bocas por la sensación y sonrío al verla descansar sobre mi frente.

Acaricio su mejilla He extrañado verte morir de placer por mí.

Frunzo el ceño cuando me empuja sutilmente, pero enseguida alzo mis cejas al ver como lame sus labios y acerca su boca a mi pene, para pasar la lengua por él y hacerme así cerrar los ojos con fuerza.

¿A donde vamos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora