EPÍLOGO

402 35 3
                                    

Jaden.

Un año después

No sé cuántas vueltas le he dado al café pensando en todos lo sitios a los que quiero ir y no me da tiempo a visitar, y a este paso, el desayuno se me va a hacer bola con el almuerzo y no estoy, como ya he dicho, para perder el tiempo.

Hablo como si fuese el fin del mundo, y en realidad lo único que me preocupa es no salir a tiempo hacia mi próximo destino, que no está lejos pero se me van unas cuantas horas.

Bastantes horas.

Mi vida ahora es sobre ruedas y he aprendido a manejar mis horas milimétricamente para conocer todos los lugares que pueda, y este año ha tocado viajar por Europa y no quiero perderme ni un país.

Es imposible visitar todos, pero por lo menos los que tengo en mi lista.

No he tenido mucho estrés desde que decidí convertirme en nómada, aunque parezca mentira. He viajado todo lo que me ha apetecido y he tenido mucho tiempo para pensar en mi futuro, mi planteamiento de vida y mis líos.

Poco a poco, viajar me ha sacado del pozo en el que me encontraba, y la frustración ya no es opción cuando tengo el mundo en mis manos y la oportunidad de vivir las mayores experiencias que jamás creí poder vivir, en la vida.

Me recorrí Estados unidos de un extremo a otro, y cuando ya no tenía más destinos por cumplir, pillé un avión a Berlín para pasar una temporada con mis amigos mientras esperé a que me gestionaran el traspaso de mi caravana, para empezar la aventura por Europa.

Ahora me encuentro en Suiza, en un pequeño pueblo que no sé como se pronuncia, y en unas horas parto hacia el sur de...

Videollamada entrante de Sam.

Sonrío y acepto enseguida, encontrándome con la cara de dormido de mi mejor amigo y su pelo apuntando hacia todas las direcciones. Anoche salió a celebrar la victoria del equipo de mi hermana, y ahora está hecho un piltrafa.

—¿Está vez te duele la cabeza o las rodillas como la última vez? —pregunto divertido.

Mi amigo frota su cara —El pene, eso me duele.

Suelto una carcajada y me dejo caer hacia atrás, haciéndolo reír a él. Samuel lleva un año viviendo en Italia y parece que lleva allí toda la vida. Mis padres le ofrecieron trabajo como contable, en Object y ahora se encarga del tema financiero de la empresa, a distancia, mientras vive más enamorado que nunca de mi hermana y la apoya en todo lo que puede y más en su carrera como futbolista.

En resumidas cuentas, está viviendo un sueño.

Al principio se mudaron con Marie, pero ahora mi hermana más pequeña se ha comprado un apartamento justo enfrente de ellos dos, y la soledad que gozan, supongo que será la responsable de su dolor de pene.

—¿Noche intensa?

—Había que celebrar.

—Sé suponía que saliendo de fiesta y bebiendo.

—Y eso hicimos, pero no se puede terminar una fiesta sin un buen polvo.

Hago una mueca —Te recuerdo que hablas de mi hermana.

Mi amigo frunce el ceño —Llevo año y medio con ella. ¿Que pretendes?

Nada, que sean muy felices y disfruten del amor y el sexo todo lo que puedan, hoy en día encontrar eso en una misma persona, es complicado.

—Por cierto, ¿Donde anda?

—¿Tu hermana? —sonríe —Hoy le toca hacerme el desayuno, así que está liada, me ha dicho que después te llamará.

¿A donde vamos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora