CAPÍTULO 7. ¿ALGO MÁS?

321 28 1
                                    

Star.

Uno desde desde la primera decisión que toma, ya está marcando su camino. Lo que está ahí para ti, por mucho que creas que puedes cambiarlo, tarde o temprano llegará a darte en las narices, ya sea de una manera, u otra.

Eliges, pero sin ser consciente, y por supuesto sin esperarlo.

Yo sigo pensando a día de hoy que Jaden estaba escrito en mi destino. Que él estaba en las páginas de mi libro incluso antes yo, de estar en el pensamiento de mis padres, y que es por eso por lo que nadie puede con lo nuestro, con esto tan bonito que tenemos, porque nuestros padres con sus decisiones, escribieron nuestro destino.

Y nadie me baja de ahí.

Mi novio sonríe haciéndome sonreír a mí y caminamos abrazados, ajenos al ruido de fuera y solo pendiente del otro —Tú eres más desordenada que yo.

Lo beso —¡Eso no es verdad! Dentro de mí desorden hay un orden.

—Star...

Me río —Bueno, está bien, procuraré ser ordenada cuando nos vayamos a vivir juntos.

Jad asiente satisfecho y me agarra en brazos, cuando llegamos al salón de mi casa y suelta su maleta de mano en él. Ni siquiera ha pasado por su casa después de volver de Chicago. Anoche mamá nos recogió y hemos dormido juntos aquí, al acecho por si mi padre metía el hocico. He aprovechado el tiempo con mi abuela y he visitado a todos mis familiares, así que ya tocaba volver a la rutina.

—¿Le has dicho a tu padre que vas a empezar ya con la mudanza? —Jaden habla y aprieto mis labios.

Si, el Vaquero y yo nos vamos a vivir al apartamento que ha comprado para los dos, y aunque la toma de decisiones era única y exclusivamente mía, admito que aún siento la necesidad de hacer partícipe a Víctor en mi decisión.

No quiero malos rollos estos días.

—Lo he hablado con mi madre, a mi padre aún no le he comentado nada.

—¿Crees que se lo tomará mal?

—Dramatizará, como cuando le dijimos que nos íbamos a vivir juntos —me encojo de hombros —Pero nada que no sepa manejar.

Espero.

Jad se ríe y agarra mi pelo en un puño, volviendo a unir sus labios con los míos y fundiendonos en un profundo beso, de esos que te hacen perder la noción del tiempo.

No veo la hora de irme a vivir con él, pero creo que he elegido un mal momento para ello porque debería centrarme solo en el libro, que va viento en popa a toda vela.

Sé organizarme perfectamente, pero no me puedo agobiar, y menos con mi "pequeño" problema.

—¿Tienes hambre? —digo contra los labios de mi chico.

—Si, pero he quedado con mis amigos para comer ¿te recojo esta tarde y damos una vuelta?

—Tengo planes con los mios —hago una mueca, un poco inquieta —Por cierto, Jad, sobre el tema de Nicole, Claire y eso...

El hijo de los Dawson acaricia mi brazo, interrumpiendo mis palabras —Ya hemos hablado de esto, Star. Como vivamos pendientes de ella, no vamos a ninguna parte.

Pongo las manos sobre su pecho —¿Y Nicole? —Lo miro —Yo sé que a veces se ha comportado como una auténtica zorra, pero después de lo que hizo...

—¿Qué?

—No sé, amor, quizás deberíais hablar las cosas y arreglar lo que se rompió entre vosotros.

¿A donde vamos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora