CAPÍTULO 16: Los impulsos de mamá

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Jaden.

Star carcajea y sonrío, viendo como echa su cabeza hacia atrás y niega —¡Eso no vale, Vaquero! —me mira —No puedes hacer caras raras, tienes que estar serio.

—Entonces no disfruto verte reír

La rubia muerde su labio y niega —En eso consiste el juego, en no reírse.

—No sé para que jugamos si siempre me acabas ganando tú.

Star apoya el codo en el banco y deja descansar su cara sobre la palma de su mano, mirándome fijamente —Eres muy malo, te ríes con nada.

Acaricio la pierna que tiene sobre mi regazo y niego —Contigo no puedo jugar bien.

—¿Por?

—Porque me distraes, Rizos, no me concentro contigo tan cerca.

Frunce sus labios en una mueca divertida y comienza a moverse, levantándose del banco y haciéndome fruncir el ceño porque no sé qué está haciendo.

—¿Que haces? ¿Donde vas? —me incorporo y ella se ríe, caminando y llegando hasta el banco de enfrente para sentarse en él.

—¿Así mejor?

Eso me hace rodar los ojos, y me levanto con una sonrisa y metiendo las manos en los bolsillos para caminar hacia ella, que no deja de sonreír y morder su labio de una manera increíblemente tentadora.

—Eres muy graciosa, Star van dic.

—Pero no vengas, vamos a seguir jugando.

Me agacho apoyando las palmas de las manos en el banco y la determinación de la hija de mi madrina se tambalea, cambiando su semblante cuando mi cara se pega a la suya y tragando grueso al ver como lamo mis labios.

—¿Y si mejor jugamos a otra cosa? —susurro —Este juego ya me parece aburrido.

Star niega, echándose hacia atrás cuando ve que me acerco y sin dejar de mirarme a los ojos —¿Y a que quieres jugar?

Sonrío, paseando mis dedos por su labio —A algo mucho más interesantes, pero creo que en pleno Central Park sería una falta de respeto jugar.

Star jadea y cierra sus ojos cuando entierro mi cara en su cuello —¿Entonces que propones?

Su voz sale ahogada, y alzo mis cejas cuando veo que no está poniendo impedimentos, que ella está respondiendo a mis caricias, y que no se está negando a mí aunque el otro día quedáramos en ser solo amigos.

Está claro que después de todo, no podemos ser solo amigos.

Beso su mandíbula mientras agarro su mejilla, y ella gime, volviéndome loco —Propongo irnos a mi casa y...

Mi móvil comienza a sonar interrumpiendo el magnífico momento y cierro mis ojos, frenando mis besos y muriendo de frustración porque siempre hay algo que jode los momentos más interesantes de mi vida.

Bufo incorporándome y saco el móvil, viendo a Star reírse y acomodar su pelo mientras se levanta para colocarse a mi lado.

—Que oportuno —ironiza.

Llevo el móvil a la oreja, suspirando antes —¿Si?

—¿Cómo va todo? —mi madre habla del otro lado y hago una mueca, intentando encontrar la razón por la que ha decidido interrumpir si sabe que estoy con Star.

—Estaba ocupado manteniendo una conversación de lo más interesante con tu ahijada , mamá ¿que pasa?

Rizos abre sus ojos cuando digo eso y niego, restándole importancia.

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