CAPÍTULO 2. MALENTENDIDOS

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Star.

No sabía que mi propia decisión me iba a pesar tanto. Que los días se me pasarían tan lentos y que ni leer me sacaría de este bucle en el que me encuentro.

Si, está bien, todo los arreglos de mi libro y lo que está por llegar, me debería emocionar, pero es que algo dentro de mí ha dejado de ir bien, y sé perfectamente de que se trata.

Depende de mí abrirle las puerta de nuevo y todo eso, pero también corre de mi cuenta ser consciente de cuando debo hacerlo, y sé que aún no estoy preparada.

Han pasado casi dos meses, donde me ahoga el hecho de no verle ni tener noticias suyas a cada rato, pero es lo mejor, por mucho que en el fondo me estén quemando las ganas de ir a verlo.

—¿¡He cometido algún crimen!? —grita Marcus —Creo que no.

Marie lo mira con recelo mientras lleva una palomita a su boca —Ni siquiera le preguntaste a ella si quería salir con él, descerebrado ¿cómo crees que nos íbamos a sentir mi hermana y yo si llega a aceptar esa salida con Byron?

—Era cosa de ella, vosotras no os tenéis que meter ahí.

—Un poco de respeto —apunta Danielle con la boca llena —Jaden es un capullo, pero es nuestro capullo, y no vamos a aceptar que le hagan daño.

—Osea que si Star decide que lo de Jaden no va a más y rehace su vida ¿vosotras no la apoyaríais?

Mis mejores amigas se encogen de hombros.

—Nos jodería porque sabemos que nunca va a dejar de querer a Jaden, y estaría usando a ese otro, como parche.

—Se han dado un tiempo, no lo han dejado.

Marcus rueda sus ojos y se acomoda en el sofá de los Dawson, poniendo los pies sobre la mesa del salón —Para mí todo esto se está forzando demasiado. Jaden y Star no funcionan como pareja, y eso es así.

Eso me hace fruncir el ceño, y como ya me he cansado de que se crea que puede decidir por mi...

Me giro hacia él acomodando mi pijama y niego, cruzándome de brazos —No tienes derecho a emparejarme con nadie, Marcus. Yo decido con quien quiero estar, y perdona que te diga pero...—levanto mi dedo —Ni te pedí una cita con Byron, ni voy a salir con nadie que no sea Jaden porque yo a quien quiero es a él —bufo —Y si funciona o no, es cosa nuestra.

Mi mejor amigo levanta sus manos en son de paz y las gemelas sonríen satisfechas, sacando sus lenguas después.

Jaden y yo hemos dado mil vueltas, pero que nos queremos, nos queremos, y nadie me va a hacer dudar de eso.

Mi Vaquero necesitaba un tirón de orejas, y yo por supuesto necesitaba alejarme un poco del caos que éramos juntos, y aunque ahora se me está haciendo muy cuesta arriba, este espacio nos va a venir bien.

—Está claro que como siga hablando, salgo perdiendo.

El timbre suena y Marie se levanta para ir a abrir —No debiste mandar a Byron a la puerta de la universidad ¡Que papelón!

—Cuando lo vi con esa flor en la mano, su cara roja como un tomate...—niego efusivamente —¡Que vergüenza!

Dan se ríe —¿Que tiene cinco años? Una flor...

Es romántico, pero según él contexto y las formas.

Veo aparecer a Sam y Jacob con las bolsas de la cena y mi estómago empieza a rugir desesperado, deseando no dejar ni una pieza de sushi. Últimamente no como del todo bien, y hoy por alguna extraña razón, me han vuelto las ganas de devorarlo todo.

¿A donde vamos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora