CAPÍTULO 22. Es todo un caos

573 51 7
                                    

Jaden.

No es que esté muy a favor del numerito que ha montado mi mejor amigo llevándose a mi hermana a cuestas de la fiesta, pero estoy contento porque así le abre los ojos a Danielle y se deja de hacer idioteces inventando que está pillada por otro, que todos sabemos que eso no es verdad.

Cuando llegué a casa y me presentó a ese pinta monas que se notaba a leguas que no podría con una Danielle Dawson ni en mil vidas, quise llevarme a mi hermana a su habitación e interrogarla hasta que decidiera contarme que era todo una farsa, pero me mantuve por no dejarla en ridículo.

Al final se ha delatado ella solita porque cuando he salido a buscarla a ella y a mi mejor amigo, los he visto besándose y con gusto, y por lo menos sé que va a dejar de hacer tonterías.

Por otro lado estoy un poco enfadado, nervioso y preocupado porque ninguno de los dos coge el teléfono, y mi hermana debe llegar a casa antes que mis padres, o por lo menos hacer lo posible para que no se enteren de que una de sus hijas se ha escapado cuando debería estar estudiando encerrada en su habitación. Pero confío en esos dos, y seguro que saben lo que están haciendo.

—Jad, necesito ayuda con el vestido, por favor.

Star me saca de mis pensamientos y la miro, para ver cómo ya se ha deshecho de su disfraz y ahora lleva un vestido ceñido negro que le queda como un auténtico guante.

Lamo mis labios porque no me acostumbro a ella y me levanto con cuidado del sofá, así me pongo a su altura y la ayudo con la tarea.

—¿Que ocurre? —pregunto apartando su pelo.

—Me queda un tramo pequeño por subir y tú hermana y Marcus están demasiado ocupados emborrachándose, como para ayudarme —bufa —He tenido que cruzar toda la fiesta con la cremallera del vestido a medio subir.

Alzo mis cejas, subiendo ese tramo del que habla —¡Uh, cuidado! vayas a escandalizar a los invitados. Seguro que han ido a quejarse a Stuart.

La rubia me mira por encima del hombro y rueda sus ojos, haciéndome reír y abrazarla desde atrás para besar su cuello y olerla, que es lo que más me gusta en esta vida.

Nos comportamos como una jodida pareja ¿cuando diablos querrá formalizar?

Me muero por dirigirme a ella como: "Mi novia"

Star agarra mis manos y suspira —Tengo ganas de estar contigo —susurra.

Eso me hace frenar y saco la cara de su cuello para mirarla directamente a los ojos. Ella gira su cabeza para hacerlo también, regalándome una sonrisa.

—Yo me muero de ganas de estar contigo —gruño y ella se ríe.

—¿Quieres quedarte en casa esta noche?

Se gira en mis brazos y rodea mi cuello, mientras yo rodeo sus caderas y observo sus labios con unas ganas que me están volviendo loco. No voy a negarme a su proposición, estaría loco si lo hiciera, pero me muero de vergüenza al pensar en que mi tío sepa que estoy ahí, y más sin como ya he dicho antes, haber formalizado nada.

Aclaro mi garganta antes de robarle otro beso y mi rubia se cuelga de mi cuello, haciéndome reír —Prefiero mi casa, Rizos, siento que hay más intimidad.

Frunce su ceño —¿Tú crees?

—Ajá —paso mi lengua por sus labios —¿Que dices? —susurro.

—¿Y tu primo?

—Se ha ido unos días a Long Island con sus amigos de aquí.

La rubia me mira, y pasados unos segundos no duda en asentir efusivamente, mientras se acerca para besarme y nos perdemos el uno el otro, sin importarnos absolutamente nada estar en medio de la Sala principal, con la fiesta en pleno auge y la gente en cada esquina observándolo todo.

¿A donde vamos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora