Multiverso BL 🌠Omegaverse🌠 (En Revisión)

PhuKao pt17

Los meses seguían pasando, aún que Kao nunca fue realmente consciente de eso, todos los días eran iguales, todos los días la misma rutina, no podía escapar y a estas alturas, creyendo que lo había perdido todo, sentía que su alfa no vendría a rescatarlo.

-He creído en ti, he tenido fe en ti, pero te lo ruego señor, ayúdame a salir de esto.-Apretaba sus manos la una con la otra, arrodillado a un lado de la cama, rezando a su Dios por un escape.-Se que no he sido un buen siervo, se que hay personas pasándolo peor, pero por favor, se que esto no es un castigo porque usted no castiga, usted es sólo amor, el amor y la fe puede mover montañas y yo siento por ti ambas cosas, así que aquí me tiene, pidiéndole ayuda.-Nisiquiera intentaba rezar en voz baja, estaba sólo en el cuarto y sabía que sería sólo un breve momento antes que otro cliente llegue, necesitaba aprovechar y aferrarse a lo que le quedaba. -Te lo suplico señor, a este punto ya no rezo por mi, usted puede hacer lo que quiera conmigo, pero por favor protega a mi SasiThorn donde sea que este, y tenga en su gloria a mi mini Phu, se que su reino le pertenece a los niños pero permítame volver a ver a mi niño, saqueme de este lugar para volver a ver a Sasi o ya acabe con mi sufrimiento para poder abrazar otra vez a mi pequeño, se lo ruego, le estoy dando todo de mi, me dejó en sus manos.-Su dolorosa oración fue interrumpida cuando la puerta se abrió y con rapidez, limpio las lágrimas y terminó su rezo, murmurando un "amén" mientras se ponía de pie, mirando a Heinrich.

-¿Cómo estás bonito?- Se sentó en la cama, palmeando a una de sus piernas, indicándole que se sentara allí.

-Estoy muy bien señor~-Forzando una sonrisa y una voz aguda, obedeció. Haciendo todo por sobrevivir.-¿Ha que se debe su visita?-Ladeo su cabeza mientras acariciaba los hombros del mayor.

-Solo venía avisarte que un cura vino y te quiere a ti.-La sonrisa de Kao se desvaneció con lentitud, quedándose como mueca de incomodidad.-Fantasea con que fincas ser un niño en comunión, ¿Podrías no hacer un escándalo esta vez?-

-Señor Heinrich yo-.-Trago saliva, removiendose mientras tiraba de la falda de colegiala que tenía puesto, ya que acababa de cumplir una extraña fantasía de una mujer y ahora estaba en camino de su siguiente cliente.

-Shh, shh, no puedes alterarte por esto Kao.-Lo tomó de la cintura, apretando el agarre con fuerzas hasta un punto en el que fue doloroso.-¿Necesitas que te recordemos la última vez que dijiste sentirte incómodo con algo?-Miro a la cama y volvió la mirada a Él.

- No señor.-Dijo con rapidez. Aquello que le hicieron jamás se lo perdonaría.

-Buen chico.-Se puso de pie, dispuesto a salir del cuarto, más en la puerta se volteó.-Ten.-Le arrojó un collar, un rosario.-Usalo junto a tu atuendo.-Finalmente se fue.

Kao se quedó mirando el rosario, la cruz tallada en madera y el color café, la división entre cada parte. No sabía con exactitud explicar que significaba cada cosa, más sabía que era para conmemorar veinte misterios de la vida de Jesucristo y la Virgen María.

-Gracias.-Murmuro para si mismo, sintiendo que el tener aquel rosario en manos era algún tipo de señal que su Dios le mandaba.-Y Perdóname por lo que voy a hacer.-Soltó un suspiro, mirando la ropa que Heinrich había traído, doblada en la cama.-En el nombre del padre del hijo y del espíritu, amén.-Al terminar su corto rezo, dejó un beso en la Cruz, manteniendo esta contra sus labios mientras respiraba hondo antes de colocar el collar alrededor de su cuello. Se sentía tan sucio de usar sus valores para complacer a unas personas asquerosas.