Era 1985 cuando sus caminos se cruzaron.
Estaba destinado a ser.
Dos jóvenes enamorados en una época sanguinaria para los suyos, la aceptación y la negación estaban colgando de un hilo.
¿Por qué si TaeHyung era tan correcto y religioso tuvo que top...
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"Cuando te miro no puedo decir que no, aunque las luces están encendidas, no hay nadie en casa. Juré que nunca perdería el control. Entonces me enamoré de un corazón que late tan lento. " —Blue.
Semanas después...
—¡Jeon JungKook, ya hablé!
El grito resonó en toda la habitación.
—Madre...
—¿Como piensas que este bien que manejes como loco esa cosa del diablo? Ni siquiera sabemos si es segura.
—No es una cosa del diablo mamá.
—MinJoon, dile algo a tu hijo.
El hombre tomó una guarnición más de su plato antes de entrelazar sus manos y ponerlas sobre la mesa. Cuando Yon iba a hablar otra vez, la frenó.
—Mientras no faltes a tu trabajo como la última semana, tienes permiso.
Fueron sus últimas palabras antes de volver a su comida.
—¿Qué? MinJoon...
—Ya está grande mujer, la consiguió solo, aparte he visto que todas mueren por dar una vuelta con él, ¿cierto chico? Es un Jeon, déjalo ser. —rio divertido. —Yo era igual a su edad.
JungKook evitó rodar los ojos, por lo que solo asintió y continuó comiendo.
—Bien, pero si faltas a tus...
—No sucederá. —aseguró. —Prometo llegar temprano, no más faltas. —el gesto de su madre le hizo agregar. —Y tampoco retardos.
Y fue suficiente. El tema cambió, ahora todo se resumía a cosas que el hermano de en medio no le interesaba escuchar.
Habían pasado dos semanas desde que tenía su motocicleta arreglada, su madre desde un inicio se mostró recia a la idea de que la montara, pero ahora todo estaba en orden, o eso creía, pues su chico seguía negándose a subirse también.
TaeHyung... habían avanzado tanto en tan solo dos semanas, ambos estaban sumidos en una linda burbuja de cariño. JungKook amaba ver las mejillas coloradas del castaño al momento de besarse en los salones vacíos, le encantaba escabullirse todo el tiempo con tal de tener unos minutos a su lado.
Como hace tres días, prácticamente habían pasado todo su receso dentro del lugar de limpieza, con JungKook sosteniéndolo por la cintura y un TaeHyung aferrado a sus antebrazos.
