Era 1985 cuando sus caminos se cruzaron.
Estaba destinado a ser.
Dos jóvenes enamorados en una época sanguinaria para los suyos, la aceptación y la negación estaban colgando de un hilo.
¿Por qué si TaeHyung era tan correcto y religioso tuvo que top...
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"Trae a un amigo, únete a la multitud" —Dynamite.
El día había transcurrido bastante agradable, ambos jóvenes tuvieron la oportunidad de convivir. Aunque JungKook se mostrara un poco gruñón, había hecho reír a TaeHyung incontables veces.
Siempre con algún chiste o acción fuera de lugar, definitivamente JungKook no sabía el significado del buen comportamiento, pero por una extraña razón, no le molestaba, le parecía agradable.
TaeHyung había decidido brindarle compañía al pelinegro, para que dejara de sentirse fuera de lugar y de paso conocerse mejor. Como compañeros de clases, estarían juntos en su último año, y no estaba de más ser buenos conocidos.
En ese momento se encontraban cargando mesas y sillas al almacén de la iglesia, donde se guardaban todas las decoraciones para los eventos.
JungKook cargaba una mesa redonda, mientras que TaeHyung forcejeaba con dos sillas a la vez.
—No debiste traer dos juntas, deja una. —aconsejó el más alto.
TaeHyung negó.
—Puedo con esto, JungKook. —contestó.
La verdad era que siempre había sido señalado como un "debilucho", por no tener unos fuertes brazos o una espalda ancha. TaeHyung era delgado de nacimiento y no le gustaba practicar algún deporte o ejercicios para aumentar su masa muscular, agradecía que sus padres aún no le hayan hecho comentarios relacionados con su condición, pues estaba seguro de que estarían decepcionados si lo encontraran así, luchando contra dos sillas de madera pesada.
Siguió avanzando con dificultad, sin percatarse que JungKook ya había desaparecido de su lado. El azabache ya regresaba de acomodar su mesa, cuando observó a su mayor a distancia. Se encaminó hasta su dirección y lo frenó poniéndose delante de él. TaeHyung no había visto venir aquello, por lo que tambaleó un poco.
JungKook rápidamente tomó sus hombros para que mantuviera su equilibrio, logrando hacer contacto visual, ambos se quedaron así unos cuantos segundos, antes de que TaeHyung se alejara de las manos de su compañero.
—Con p-permiso... —quiso evadir el cuerpo de JungKook.
El pelinegro negó y tomó una silla, comprobando que pesaban más que algunas otras.
