El precio de la libertad
"No quiero estar solo.
Solo quiero ser tuyo, ¿por qué está tan oscuro? ¿Dónde está este lugar sin ti?
Es peligroso, mi apariencia rota.
Sálvame, no puedo contenerme, no puedo."
—Save me.Todo tenía un precio.
La vida se regía por cuanto dinero y poder poseías, nada podía ser gratis al tratar en un mundo retrógrado con sistema egoísta.
La liberación tenía un costo que aunque tuvieran a dos jóvenes herederos de riquezas, no podían simplemente mandar sobre sus bienes.
NamJoon había sido muy claro al mandar aquella carta, necesitaba más dinero del que había logrado juntar con su sueldo de tutor. Sabía que no era responsabilidad de los adolescentes, sin embargo, ellos estaban dispuestos a colaborar para a completar la cifra indicada.
YoonGi y TaeHyung no lograron obtener suficiente dinero sus padres, aun así, habían aportado algo, JungKook dejó ir todos sus ahorros, logrando juntar una tercera parte de la cantidad necesaria.
Así que ahí estaban ahora, con ropa negra y una charola en manos, sirviendo tragos, limpiando mesas y atendiendo a las personas que frecuentaban el bar del Eoddun.
MinHo había contratado a los tres chicos luego de que estos le aseguraran que no causarían desastres y trabajarían sin quejas.
—Me duelen los pies. —se quejó YoonGi recargándose en la pared, con el aire golpeado su rostro.
—Parece que trabajar no es tan fácil. —su mejor amigo rio. —Ahora entiendo por qué JungKook se queja del dolor de espalda.
—No me digas, ¿masajeas los músculos de tu novio? —se burló encendiendo un cigarro.
Tenían sus cinco minutos de descanso, ambos habían aprovechado para tomar aire fresco en la parte trasera del bar.
—A veces. —se encoge de hombros dándole un trago a su agua con gas.
—No entiendo como bebes eso.
—Es horrible, lo sé. —asintió. —Pero me mantiene alerta.
YoonGi le resto importancia, sacó el humo de su boca, divisado a Akina venir hacia ellos con una sonrisa a medias.
—¿Cómo vamos?
—Hemos tenido mejores días. —respondió Min.
TaeHyung rio y bebió de su agua de nuevo, haciendo una mueca.
—¿Has pensado en lo que te dije?
Akina suspiró y le arrebató el cigarrillo para darle una calada.
—Te dije que no lo haría, YoonGi. —respondió.
—Estoy seguro de que te lo han dicho, pero de verdad eres tan terca. —bufó obteniendo su nicotina de vuelta. —Solo tienes que ir y escucharla.
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Prohibido ✞ kookv
RomanceEra 1985 cuando sus caminos se cruzaron. Estaba destinado a ser. Dos jóvenes enamorados en una época sanguinaria para los suyos, la aceptación y la negación estaban colgando de un hilo. ¿Por qué si TaeHyung era tan correcto y religioso tuvo que top...