Era 1985 cuando sus caminos se cruzaron.
Estaba destinado a ser.
Dos jóvenes enamorados en una época sanguinaria para los suyos, la aceptación y la negación estaban colgando de un hilo.
¿Por qué si TaeHyung era tan correcto y religioso tuvo que top...
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"Amor es todo lo que puedo darte Amor es más que un juego para dos Dos enamorados pueden hacerlo Toma mi corazón y por favor no lo rompas." —L.O.V.E
TaeHyung sintió su mundo cobrar color de nuevo, a pesar de que esos días no habían sido los mejores, una luz de esperanza volvió a nacer.
—¡Saldré! —gritó, poniéndose los zapatos a tropezones.
Su madre negó llegando hasta a él.
—Cariño, tienes que medirte tu traje, la cena de hoy...
—¡Volveré a tiempo, mamá!
—TaeHyung. —llamó, pero el chico ya estaba saliendo por la puerta. —¡Kim TaeHyung!
—Perdón, mamá, prometo no tardar... demasiado.
Dicho eso, corrió hasta su auto para arrancar a toda velocidad.
Su cabello era un desastre, sus ropas eran holgadas y, sin duda, nada elegantes. Aún traía puesto el pijama, pero eso no fue impedimento para correr luego de recibir aquella llamada.
Cuando llegó, no perdió el tiempo para correr y tocar la puerta con impaciencia, ansioso por unirse a los demás.
En cuanto esta se abrió, se topó con la imagen que, por un momento, dudó volver a ver, a sus amigos reunidos, fundidos en un abrazo.
—¡Hyung! —exclamó y corrió en dirección a ellos.
YoonGi estaba en las mismas condiciones que él, le abrió espacio para que formara parte del cálido abrazo que se estaban dando.
NamJoon observaba todo desde una distancia prudente, su pecho sentía una tranquilidad enorme al verlos reunidos de nuevo, sumidos en una aura llena de amor y paz.
El cuarteto lloraba mientras se abrazaban y susurraban cuanto se habían extrañado. Sin duda, no había nada más lindo que su amistad, porque a pesar de todo, ellos continuaban unidos, revelando cuánto amor portaban en sus corazones hacia los otros.
Después de varios minutos, lograron separarse, yéndose al patio trasero a petición de SeokJin, quien insistía en tomar aire fresco.
—Fue horrible. —dijo con lágrimas traicioneras. —Les juro que les contaré todo lo que pasó, pero ahora solo necesito... esto.
Señaló el lugar.
—Está bien, todo a su tiempo, Hyung. —habló YoonGi.
—Ahora me respetas. —le sonrió. —Gracias por todo, chicos, la verdad quisiera pagarles...
—No digas eso. —se apresuró a decir TaeHyung. —Lo único que queríamos era verte de nuevo, así que no hay nada que agradecer.
