Vivo o muerto.
"Estoy desesperado. ¿Sigues ahí?
Solo dime, ¿cómo podemos hacer que esto funcione?"
—3:00 AMHa pasado un mes de ausencia.
El ambiente es soportable, aunque se respira la falta de aquellas bromas sin sentido, o esos comentarios divertidos.
Ese día en específico una nube gris había cubierto su atmósfera, después de pasar todo el día en la jornada escolar, y caminar sin rumbo, pudieron llegar a su destino.
Los diarios del pueblo marcaban un día normal en Geumji, pero para ellos era más que eso, era el cumpleaños de SeokJin.
El lindo castaño que alguna vez prometió festejar con botellas de alcohol y una cena en el patio trasero.
El destino puede ser cruel.
Las palabras quedan en mínimas partículas del tiempo, nada pasa, las promesas quedan y los recuerdos permanecen.
JungKook miraba la ventana del auto sin expresión alguna. TaeHyung estaba a su lado, manejando hacia la casa de NamJoon, YoonGi no estaba mejor, su presencia en la parte de atrás no era más que silencio.
Cuando el castaño estacionó, YoonGi fue el primero en bajar y dirigirse a la casa, TaeHyung miró a JungKook, quien seguía en su propio planeta.
—JungKookie.
—Todo cambia demasiado rápido, ¿no? —hizo la pregunta al aire. —Hace unos meses estábamos disfrutando de un viaje en Seúl, y ahora estamos aquí.
—Es difícil, lo sé, pero él...
—Ni siquiera podemos pronunciar su nombre. —se rio sin humor alguno.
—JungKookie, sé que todo es una mierda, pero solo nos queda cumplir lo que le prometimos.
El pelinegro suspiró y asintió.
—Lo prometimos, ¿no es así?
El chico a su lado afirmó, saliendo del auto para entrar a la morada del mayor.
La casa era un desastre, las veces en que los menores la visitaban trataban de limpiar y mantener a flote la despensa del moreno, pero este simplemente parecía estar sin ánimos.
Hoy fue la excepción, el desastre continuaba, sin embargo, era la primera vez que venían a NamJoon levantado, caminando de un lado a otro mientras vaciaba sus cosas en una valija.
Las veces anteriores solo lo encontraban tirado en el sofá, con fotografías del castaño a su alrededor, o reproduciendo una y otra vez aquella caricatura que a SeokJin le encantaba.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó JungKook.
En todo ese tiempo, su cuerpo no había sentido otra emoción que no fuera la nostalgia, pero ahora una enorme ansiedad lo perseguía al ver a su primo llenar su maleta.
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Prohibido ✞ kookv
RomanceEra 1985 cuando sus caminos se cruzaron. Estaba destinado a ser. Dos jóvenes enamorados en una época sanguinaria para los suyos, la aceptación y la negación estaban colgando de un hilo. ¿Por qué si TaeHyung era tan correcto y religioso tuvo que top...