Capítulo 36.

53.1K 2.5K 227
                                    

Milo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Milo.

El día del evento llegó y ayudo en el auditorio con las decoraciones y todos los implementos que se nesecitan después de clases.

-Aparte de ninja y bufón ahora también eres un Sanzón fortachin -se mofa Bailey cuando me ve cargar unas sillas al escenario -que buen servicio.

Le ruedo los ojos siguiendo en lo mio mientras Ada con Aquiles revisan los equipo como micrófonos y luces para asegurarse que la hora de la hora fallen o haya alguna complicación.

-Listo, ya subí las silla para los exponentes -les digo posando me en la cabina de control -¿les ayudo en algo más?.

-¿Baker, no deberías estar entrenando? -me cuestiona ella un poco preocupada.

-Tengo licencia, le pedí permiso al entrenador para venir -respondo -Esto es importante para ti, no te iba a fallar ¿algo más que pueda hacer?.

-Muchas gracias, Milo -me responde con una sonrisa sincera -Eso sería todo, ahora te invito a esperar para que escuchés lo que los especialistas invitados tienen que decir.

-Seguro, nos vemos en unos minutos.

Me devuelvo y Em se encarga del bufete estrictamente seleccionado por Bailey y su equipo. La apoyo organizándo las bebidas y luego me siento en uno de los asientos.

Las personas van llegando de poco a poco y en efecto la mayoría son chicas de todos los cursos y algunas muestran claros signos de desnutrición así, me alegra que vayan a escuchar estas charlas que seguramente les hará mucho bien y será el inicio de sus recuperaciones.

Son recibidas por Ada qué luce preciosa en un vestido turqueza Bustier con tiras del mismo color y unas plataformas negras no tan altas.

Segundos después anuncian uno a uno a los participantes, entre ellos el nutriologo y la psicóloga del centro quienes exponen los trastornos alimenticios y las causas que los pueden generar, cosa que escucho muy atento.

-Hola guapo, hace mucho que no te veía -me aborda una chica con la que recuerdo haber estado una vez, pero no su nombre -No me volviste a llamar...

-Eh... -se sienta a mi lado azotandome con su cabello negro y posandome sus melones en frente aprovechando su escote.

-Oh, no fue culpa tuya, linda -repentinamente Ada también se sienta a mi otro lado -es que tiene un severo problema de amnesia que le hacen olvidar a las chicas con las que sale.

-Si, eso es -concuerdo con sarcasmo alejándome un poco -No me acuerdo de ti.

-Oh, pues vamos a un lugar más privado -insinúa descaradamente sin importarle mi compañera -yo te ayudo a recordar.

Su mano desliza por mi muslo y la detengo sintiendo dos dagas verdes atravesandonos.

-Quieta -le pido incómodo apartando su mano -preferiría escuchar la charla, gracias.

¿Quién enamora primero? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora