Extra: ¡Un melocotón a bordo! (2)

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Ada.

Al día siguiente.

Nos levantamos un poco tarde por mi culpa que no dejé de dar vueltas en la cama y como he hecho el último mes, simulo las náuseas que me provocan los huevos revueltos que preparó Milo recargando una y otra vez la página del laboratorio en espera de los resultados.

—Ada, no te has despegado de ese aparato desde que nos levantamos —se queja mi novio quien le llena su comedero a Saltarín —ni siquiera has probado un bocado del desayuno. 

Él gato al oír sus croquetas con atún se baja desesperado del mesón en donde estábamos. 

—No tengo apetito —No miento con lo nerviosa que estoy y si pruebo algo se que puedo vomitar. 

Eso también me preocupa, las náuseas son muy comunes en el estado de gestación y las odio con todas mis fuerzas. 

—Come algo, por favor —me pide —No te puedes ir con el estómago vacío. 

—Pues ya no creo que esté tan vacío —digo sin pensar. 

—¿Qué? 

—¿Qué? —repito como tonta —se me hace tarde para la primera hora y tengo reunión con los mateatletas —Solo le doy un sorbo a mi jugo de naranja. 

Agarro mi bolso y mi lapto, me despido con un beso de mi bonito y le acaricio el lomo del felino que está clavado en su plato. 

—Nos vemos más tarde, los amo —les grito al huir por la puerta.  

Sigo actualizando la página en mi celular en el camino conduciendo despacio, pero nada y creo que me va dar un soponcio de tanto espera. 

Llego a la universidad y estoy tan ausente en la reunión que no entendí nada quedando como estúpida frente a mis compañeros y profesor. 

—Estás muy distraída —me cuestiona Martín en el salón cuando las primeras clases acaban —¿Todo bien? 

—No sé —le murmuro muestras el resto se dispersa —Creo que estoy embarazada. 

—¡¿Qué?! —chilla parándose de su asiento de un brinco llamando la atención de todos en el curso —Disculpa. 

Se sienta avergonzado. 

—Tranquilízate, todavía no esta confirmado —le siseo. 

—¿Y que esperas para conformarlo? —murmura.

—En eso estoy —le muestro la pantalla de mi móvil con la página del laboratorio y se queda pasmado con los ojos abiertos dando entender una cosa.

—Ya salieron los resultados ¿verdad?. 

Me asiente y ahora no me atrevo a verlos pese a que los espere mucho. 

—No puedo verlos —le confieso manteniendo el móvil frente suyo—tienes que decirme que dice ¿estoy embarazada?. 

Vuelve asentir y mi corazón da un vuelco agitando mi pecho, lentamente giro el teléfono. 

Prueba de embarazo  - Positivo 

Dice el análisis y me tapo la boca sin evitar que mis ojos se inunde con lágrimas. 

—Ay no ¿qué hago? —se desespera mi amigo —¿te felicito? ¿Estamos contentos con la noticia?. 

Me extiende sus brazos. 

—Si… —lo abrazo y corresponde mientras sollozo en su hombro con miles de sanciones y de emociones que se mezclan dentro mío. 

Hay miedo, amor, ilusión, más miedo, más ilusión solo de sopesar a un mini Milo o una mini yo jugando con Saltarín. 

¿Quién enamora primero? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora